lunes, 28 de febrero de 2011

PERDIDO EN EL TIEMPO...


Esclavo de tierra fértil, labriego de mil mañanas, sin esperanza en tus ojos aguantando las jornadas…ni lluvias, ni heladas, solo el valor que da la raza.
Deliquio en la morada, donde se pierden los valles y hace presa la montaña…sin escarpados vértices, sin llanuras claras, solo un cielo por techo y como cama tu alma.
Pies endurecidos de tanto camino recorrido, las manos  gastadas,  acaricias con ternura el fruto que da la greda en cada siega temprana.
Mirada desquebrajada en una cara que el  tiempo se comió sin compasión, borrando toda huella de lo que un día sorprendió a esa doncella bella con rostro de dulce flor, a esos ojos verdes que te otearon con ardor.
Viejo y decrepito, sentado bajo el roble que te cubrió de amor, añoras lo perdido, lo nunca vivido…el lamento adormecido sale de tus labios en un silbido que te cubre como una canción, disimulando el desencanto levantas el mentón hasta el magnánimo sol. Vislumbrando sus colores realzados…entre el naranja y el dorado te vas dejando vencer por el pasado.
Un sudor frío se desprende de tu ombligo llegando justo al centro de tu equilibrio, de tierra a tierra habitamos lo que trabajamos con ahínco, más el pan que te comes cuesta mucho sacrificio…alimentar el cuerpo nada tiene que ver con sustentar el sentido, ese que perdiste entre limoneros, olivos y viso magenta de lo infinito.


*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos Reservados*



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