Madrugas rotas de desencantos, caminos andados.
Tiempos perdidos bajando escalones hacia el olvido.
Manos vacías… esperazas perdidas.
Engaños, falsedad… la puerta abierta a la mentira.
Lagrimas que salen solas, que duelen…
que secan el alma y la adoban con muerte.
Miradas que no miran hacia ninguna parte…
reflejos que hieren.
Espejos rotos de un pasado bello…
los pocos segundos que dura el momento.
Una carga muy pesada para unos hombros tan endebles.
Amargura que cala hondo estallando en gotas de humedad…
llanto sin fuerza, llorar por llorar.
Colores apagados, mortecinos… un hasta siempre prometido.
El sol se ha apagado, la luna se ha ido.
Una espera perenne… un crucifijo.
*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos Reservados*
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