viernes, 30 de septiembre de 2011

CUANDO SE TIENE...

 
                                                                    
Edvard Munch El grito


Son pasos que se van acercando en sutil desafío, contoneando sus talones sobre el desgastado granito. Un desespero que brota en inesperada respuesta ante el escalofrío que azota la espalda expuesta, trocando tranquilidad por zozobra, dejando un sudor frío en la alcoba, unas manchas de agua que despiertan temblorosas.
Unas manos se agitan, unos ojos se entornan, una boca se cierra…el cuerpo se agarrota.
Mil sombras se ciernen expectante, rodeando el vital espacio que cobijas…la desesperación marca su entrada, la valentía su huida.
¿Quién eres?...preguntas asustada.
Y el silencio te llega con el rugido de la nada, es un hueco negro abierto como alianzas que van dejando círculos de miedo en su silente bocanada…te traga. Merma lo poco que aguanta, las miradas ofuscadas y la osamenta descarada asiendo tu garganta…vómitos de una mezcolanza que se quedan prisioneros en la traquea, ahogándote despacio y creando telarañas que no te dejan ver la luz de la alborada…revientan las entrañas en dolores de hambres, se retuercen los colores que forman tu mente, todo es bruno… sin calma.
Y entonces aparece la respuesta envuelta en fantasmas, la más temida, la menos lograda, esa que escuece…la que no se espanta por más jaculatorias inventadas.
Soy tú conciencia hablándote a la cara.


*Rocío Pérez Crespo*
Derechos Reservados

sábado, 24 de septiembre de 2011

AYER FUE AMOR

La luna atrapa este sentimiento, ahora huero
Que el sol radiante dejó escapar…

Y son tus pestañas la sonrisa imaginaria
De unas cejas arqueadas de unos ojos en soledad
La palabra, la palabra callada, amarga y doliente
De una boca titubeante, cerrada y creciente

Es tú rostro ayer florecido, la camisa descolorida
Dándome la espalda, desencajado, ya moribundo
De sentido, obedeciendo a la mente arruinada
En los pensamientos del ayer…

Tú caminar perdido en los sentidos,
Caminos invisibles, bandoleros asaltando un corazón
Ya pobre, angustiado en la desesperanza,
Pasos dolidos crujiendo la hojarasca de la separación.

Ya no estoy y, tú marchas
Benditas las horas junto a ti
Los soplos de brisa enamorada
Y el candil de luces, íntimos de nuestro sentir…


*José Manuel Salinas*
D.R.

PARTICIPES DE UN PENSAMIENTO



Fue a raíz de leer un comentario sobre un relato, la verdad que un muy buen relato, cuando me di cuenta que yo no quería ser así y, ahora que escribo, me afirmo rotundamente.
 Decía algo así como: escrito precioso, bien estructurado, con unas formas extraordinariamente exquisitas, ni que decir del mensaje, entendible desde todos los puntos y,  un fondo el cual nos hace participes de pensamiento y reflexión.
A lo cual el escritor de este magnifico relato, viéndose tan abrumado por tales palabras, piropos y bienaventuranzas, tuvo la necesidad imperiosa de contestarle; además de por cortesía y educación literaria, un poco también por la subida de autoestima que había experimentado.
La contestación no se si le tenia meditada o memorizada de otras situaciones parecidas. Ya digo que es un buen escritor, de prestigio reconocido, no como yo, un humilde, aunque si dedicado cuenta realidades, supongo que en momentos dispares.
Agradeciendo su distinguido comentario, su tiempo en leerle y su paso por esa su casa abierta a todos sus seguidores (hablo como no…de los famosos blogger, tan de moda en Internet. Hasta yo tengo uno, pero no por valor, supongo que si no lo tienes con estas nuevas tecnologías, te dicen carca, anticuado y no se cuantas cosas más) de los cuales siempre destaca algún afín a sus relatos
Después de tan abrumadores piropos de ese su lector, dejo caer (es a lo que me refería anteriormente, de si lo tendría ya preparado), lo siguiente….
La verdad que la ilusión por escribir me viene de niño. Siempre recuerdo mi primer escrito, un poema cortito pero intenso para mí, dedicado a mi santa madre; la cual lo merecía todo. Desde entonces no he dejado de hacerlo, cada vez con una mayor intensidad y por supuesto más claridad de ideas, formas y conclusiones varias.
Hasta aquí todo normal, un gusto por escribir, el que más y el que menos también lo tiene. Unas formas que vamos mejorando, unas ideas que vamos refinando o ahondando, supongo influidos por esta sociedad y también lo más principal por la suma de circunstancias vividas aparejadas a nuestra edad.
De lo que ya discrepo y, solo soy un conato de escritor perdido, sin futuro en estas lidias, es la parte final de su comentario… que tenia la necesidad imperiosa de escribir, sin ello le faltaba algo, que era superior a él, que era de lo más principal e importante en su vida, que sin ello, no se sentía persona y, unas cuantas cosas más que ya podréis imaginar. A lo que yo digo… el escribir puede que sea vocación, una válvula de escape, hasta le entiendo como un hobby, lo que no puedo entender y nunca lo haré, es que el escribir sea una parte de mí. Se que esto no es todo lo correcto de cara a la galería, me vendrán criticas, pero es lo que pienso, que sea una necesidad sin la cual dejamos de existir como parte de la persona, etc.
El escribir es libertad tanto de pensamiento como de acción, no necesidad, si se es libre no se necesita nada, en cuanto le entendamos como obligación, encarcelamos los pensamientos, castigamos las ideas, marcamos los destinos, haciendo una cadena de producción con nuestras palabras. No, no le entiendo así, yo seguiré sin nombre, pero libre a través de mí hacer y escribir.
No cambiare, he dicho…

*José Manuel Salinas*

         D.R.

viernes, 23 de septiembre de 2011

ANTE MI DAMA...

En este poema he intentado plasmar el amor (siempre el verdadero) desde otra perspectiva, un poco distinta, pero tan valida como la que más, incluida la pasión y sometimiento a dejarse llevar. Le he intentado hacer cuidando las formas, de una manera sutil y agradable, dejando la imaginación al lector, espero os guste.

Ahora, tendido en la cama no me pienso
No me muevo y te siento, calidez de tu aliento
Abierto estoy de brazos, voluntario de aspas quietas
Y te dejo y, te siento, no me pienso...

Son tus uñas en mi espalda, abriendo el sentimiento
Es tu lengua inquieta de rastro húmedo, la cura experta
En la rojez de mis carnes, soy el algodón mullido de tu necesidad
El capricho de mi diosa, el sentir querido de mi ama…

Y te dejo y, te siento, no me pienso…

Me haces volar, cómplice baño de sumiso placer,
Libido alada en torbellinos sin fin, magia en los dedos
De calculados giros preciados, angostas piruetas
En gritos prohibidos, sudores callados…

Y me reclamas con voz rota, el deseo como nombre
Convulsionando el cuerpo, desnudando el alma
Carnes temblorosas, lujuriosos ojos perdidos
Ordenas mi obediencia y te respondo agradecido…

Abriendo de par en par la ventana de tus sentidos
Te cubro con el manto, dureza calida, hasta ahora prisionera
De mi ser…

Y te dejas y, me sientes y, hago de ti mi querer…


*José Manuel Salinas*
D.R. 

miércoles, 21 de septiembre de 2011

OBLIGANDO AL AMOR...


Tengo pena, una pena que me recome
Más allá del campo, del mar, del horizonte…
Incluidas están las nubes, agotadas de esperanza
Haciendo tristeza en su armónico pasar celeste…
Lagrimeando…

Y no cantan los pájaros en la montaña
Y no vuela el avión en su afán de cercanía
Y los grillos pasmados, están en un silencio
Cómplice mudo, del bullicio ayer primaveral

Pan y ajo, gritos y llanto
Avinagrada cataplasma fría
De un no consuelo, de un no querer
De un amor haciendo olvido

Preciada pasión adulta, riachuelo adolescente
Con resignación de omisión obligado
Pena y llanto…


*José Manuel Salinas*
D.R.

martes, 20 de septiembre de 2011

LA LUNA EN TU PIEL


Nos sorprendió la noche, entre el verde dormido y el canto de las cigarras escondidas…undoso sobre mi cuerpo, el sudor hacía brillar  la plata de tu pelo…asida a tú benevolente estampa, atrapé un sueño y hallé sin quererlo la felicidad buscada. Esos luceros que me miraban quedaron impresos en la hechicera magia.
El abrigo de los montes sobre mi almohada y la luna entrando por la ventana…

¡Siente mi niño guapo
Que yo por ti rompo el alba!

Resta solo el tiempo para volver a sentirme apretada, a sostener entre su labios mi lengua pequeña y grata…en el reflejo de la luna volveré a contemplar su hermosura, en el cofre de mis anhelos con la sagrada figura.
¡Cómo a contraluz resplandecía su cuerpo desnudo en una tierna caricia!…hasta sentí celos del real planeta, que con su inmaculado manto adornaba los poros resaltando su belleza. ¡Bendito cuerpo adorado donde se esconde el ser que más amo!

¡Reposa mi niño guapo
entre caricias de terciopelo blanco!

Queda el gesto de la vil patraña acurrucado en el mohín de mi boca. Viendo partir su espalda, se me va quedado pequeña la esperanza y, aunque el alma rebosa de plenitud sofocante…la partida se hace dolorosa y ha espera insoportable.
Levanto mis ojos al cielo y en el cobalto oscuro e intenso se asoma zalamera entre las nubes, esa luna llena, desplegando con su color el recuerdo…el aliento caliente sobre mi pecho y tatuadas en su piel, todas las estrellas del firmamento.

¡Vuelve  mi niño guapo
entre el haz de luz y mi llanto!


*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos Reservados*

lunes, 19 de septiembre de 2011

jueves, 15 de septiembre de 2011

SI YO PUDIERA...


Vuelvo de nuevo al recuerdo, al recodo
A ese lugar de terciopelo donde besé su rostro
Traigo la fe y la esperanza…me acomodo
Entre sus ojos y mi ilusión de fino alabastro…

Voy repasando aquellos días de singular belleza
Su voz era mi alianza, su presencia…mi huella
Palpar de nuevo su entrega con total agudeza
Entre unos rincones muertos sin estrellas…

En la remembranza no existe la luz de sol
Sólo queda la impronta de aquello que se vivió
Caminando por veredas que lucieron como un crisol
Echo en falta ese camino que el destino desvió…

Ahora vuelo sin alas, el viento dejó de impulsar
Las mariposas perdieron sus visos entre el azahar
Son rincones sin sentido donde poder expulsar
Todo el dolor que siento al saber que ya no está…

Si pudiera dar la vida por tornar a aquella realidad
A sentir de nuevo su risa, sin tenerme que resguardar
La pondría entera en sus manos para tener otra oportunidad
Y olvidar las diferencias que se quedaron sin perdonar…

Un día más vuelvo a recordar…


*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos Reservados*

EXTRAÑARTE...


Me está matando, me estoy muriendo
Ante tu ausencia, sin tu sonrisa
Sin el mar calmado de tus ojos
La mirada inocente, profunda de tu ver

Desfallezco por el frío, que atolondra
Este corazón a medio latir, casi parado
Sangre sin color, faltando el sustento
La fuerza de mi vivir, la risa de ayer

Cuando el extrañarte se convierte en dolor
Los brazos caídos, no responden
Mis anhelos se confunden en negro noche, perdidos
Los pensamientos se bloquean, enredan en madeja sin punta

He de volver a la calidez de tu piel,
El brotar de tus labios, calidos besos
A tu voz en melodía, la música del sentimiento
Composición pareja de dos almas
Un solo cuerpo...

Me está matando, me mata tu ausencia,
De solo una hora y me siento morir...


*José Manuel Salinas*
D.R.

lunes, 12 de septiembre de 2011

UNA TARDE DE VERANO...


“Creo que en el fondo somos dos perfeccionistas o, acaso, la perfeccionista soy yo, no lo tengo claro del todo”
Iba caminando despacio, al compás del perro, que se paraba en todas partes olfateando y haciendo del parque su reino, se conocía todos los escondrijos donde poder meter la nariz y deleitarse. Otros días esas paradas interminables la ponían histérica  -en lugar de un perro parece que seas una cabra- le decía enfadada –deja ya los matojos de una vez y avanza que así no llegamos a ninguna parte- Pero esa tarde no le dijo nada, tenía su cabeza muy lejos de allí.
Su relación era importante, para ella era importante.
“¿Por qué nos hacemos esto? Supongo que aunque digamos que somos tan diferentes como el día y la noche, me parece que  somos idénticos. ¿Si sé como es, porque no me retengo? Y si sabe como soy ¿Por qué no se retiene el?...parecemos dos entupidos intentando ganar una batalla, cuando lo único que tendríamos que hacer es querernos, entre otras cosas porque cuando aflora la ternura me hace sentir  especial. Sin embargo discutimos hasta agotarnos mentalmente, joder. Ya somos mayorcitos para tanta soplapollez”
Le dio un tirón a la cadena para sacar al perro de un arbusto y cambiar de lugar, aunque se resistía a dejar de oler hizo caso y siguieron el paseo. Todavía hacia calor –este verano va a ser eterno, que ganas tengo de que llegue el frío… ¿tu tienes ganas?- “Luca la miró y siguió a la suyo, nada mejor que un buen césped para retozar y ese que tenia enfrente lo estaba llamando a gritos. Lo dejó hacer…
“Soy visceral, lo reconozco. Soy como una botella de gaseosa cuando se agita, se abre, sale todo y lo que queda es agua dulce, pero también entiendo que todo lo que ha manchado en la explosión hay que limpiarlo y eso va costando un mundo. Porque cada vez los enfados son más largos y cada vez las ganas son menores y estoy cansada de sentirme culpable, de ser una jodida loca que no deja títere con cabeza. Yo tengo mis razones aunque él no las comprenda”
“Y luego viene su frialdad, la odio, odio cuando ya no hay cielos ni te quiero, cuando los buenos días son dichos de manera casi burda por decir un algo…y si analizas la situación en ningún momento hemos tenido tema importante de bronca…son gilipolleces, problemas nimios que se solventarían si fuéramos de otra manera en una conversación casi animada o si yo fuese de otra manera y no tan perfeccionista….pero no, yo ataco como si fuera un espartano y el devuelve como si le fuera en ello la vida”.
- Vamos Luca, que allí tienes más césped y necesitas correr y cansarte. ¡Venga, vamos!...vamos… ¡vamos!..Uf, que cansino eres.
“No pensé enamorarme nunca más, pero ocurrió. Y si enamorarse a los veinte es una revolución, hacerlo a mi edad es casi una locura. Primero porque ya vienes de vuelta de miles de cosas y no toleras ciertos comportamientos, porque sabes donde llevan. Si algo tengo claro, pero además con una claridad meridiana es que lo amo…amo su piel, amo sus manos, su voz, su corazón, su alma…es el hombre de mi vida aún con todos los defectos, incluso esos gestos cuando está más enfadado que una mona, como tuerce la cara a la derecha, altanero...Pero sé que yo no soy la mujer de sus sueños, creerlos es una utopía, nadie puede desear a una visceral como compañera que te monta un pollo por menos que canta un gallo,  eso quizá es lo que me mantiene alerta siempre, lo que me hace reaccionar mal ante pequeñas situaciones, el no tener la seguridad de ser importante en su vida…la impotencia y el ser consciente de ello”.
El sol se estaba poniendo, la noche se auguraba caliente. A Luca se le veía feliz, corriendo de aquí para allá, retozando en el césped o jugando con una perrita lanuda a la que llaman Pepi. Fue hacia él para ponerle la cadena y hacer el regreso a casa, Luca se resistía a dejar su juego, pero ya era la hora de la cena y él  estaría en casa.
“Tengo unas ganas de verlo increíbles, ¿a ver para qué?...como está el patio solo será más frialdad y mas bronca…yo no te entiendo ¿o si?...él no me entiendes ¿o si?, porque yo creo firmemente que nos entendemos a la perfección, pero somos dos cabezotas a los que no le gusta dar su brazo a torcer,  el caso que tendré más de lo mismo. Me encontraré con una cara larga, esos ojos oscuros evitando mirarme y cuatro palabras que se clavaran como dagas, eso me pondrá peor y de nuevo estaremos en la espiral eterna. Pero no puedo evitar las ganas de verlo, joe…ni puedo, ni quiero”
“Me he jurado tantas veces intentar cambiar de actitud…cuando esté así pues pasar de él cuatro pueblos, si quiere ya volverá...sino que se vaya al cuerno…que ironía, porque por mas que lo piense, yo no soy así…ni puedo pasar de él, ni puedo pasar de mi. Cada uno es como es y por mucho juramento e intentos de cambiarme a mi misma, siempre brota la esencia de cada uno. No me perdonaría nunca, que esta relación se fuera al traste por mi culpa….que se que la tengo y es mucha. Es mi inseguridad, es mi miedo, mi impotencia… ¡Dios, son tantas cosas!”
“Lo que daría ahora mismo por un beso suyo, por esas caricias que amortiguan mi miedo, por esos ojos cuando me miran con un deseo infinito, su risa…bendita risa, la adoro.”
- Venga Luca, mañana más…vámonos que es tarde.
Se despidió a los lejos levantando la mano del dueño de Pepi y emprendió el regreso a casa con un paso más decidido…aun con todo, sus pensamientos seguían  mortificándola.
Nunca una sonrisa, nunca un milagro hubiera sido más necesitado que en ese momento…la paz interior que todo ser humano precisa para seguir respirando.

*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos Reservados*


domingo, 11 de septiembre de 2011

PENSAMIENTOS, REFLEXIONES...CITAS.


No entres en un avispero sin ser avispa.

El destino no se cambia, sí, la forma de viajar en él.

La salud es relativa, el final es lo cierto.

Somos sonámbulos con ojos abiertos y  pensamiento dormido.

La desesperanza no tiene color, el amor es blanco.

No es penar, es la vida.

Acumula grano en el tiempo, llegará el invierno final.

La vida es el fin de un comienzo.


*José Manuel Salinas*
D.R.

DUETO - ROCÍO PEREZ CRESPO / JOSÉ MANUEL SALINAS

AL AMANECER…

Como un liviano suspiro llega

El candor de tu frágil presencia
Un trocito de cielo, un trocito de tierra
Han creado tu singular esencia…

No queda bosque donde guardar tanta espera;

Si tus labios son diamantes
Los míos perlas negras que te buscan rutilantes
Y no te encuentran

Si del firmamento ha de caer una estrella

Volcará su legado sobre mi cabeza
Que el raciocinio crea que gana batalla
Para soportar impasible tu ausencia…

Y volaré por encima de los tejados

Dejando un halo de infinita paciencia
Y no serás de nuevo llamado
Sola aguantaré las densas nieblas

Pero si alguna vez crees verme

Olvida la visión y haz fantasmas
Que floten por tu mente santa
Y hagan olvido de tantas penas…


*Rocío Pérez Crespo*



LUCHA



Tú me miras, yo no te veo

Y no estoy y, no estás
Mal acertar de un cupido ciego, negra
Paloma herida al viento, en su piquito sin paz

Condenados a entendernos, más allá de una amistad

Lo quieres tú, lo anhelo yo y, seguimos sin estar…
De unos besos dados, tantos perdidos por recuperar
Unas caricias en recuerdo, otras en ardiente esperar

Lucho por que te quiero, tú por quererme más

Batalla perdida en solitario, jamás de ganar
Rendidos en lágrimas, recostados por dolor
Sangrantes los oídos, del no escuchar
Y no estoy y, no estás…


Noches frías de dos corazones

Almas desangeladas, desafiantes heroicas
Buscando lo existente y, no encontrado
Necesitado sentimiento, complemento
Que es vida, de nuestro amor.

Nos miramos sin vernos,

Estando sin estar…


*José Manuel Salinas*

D.R.

viernes, 9 de septiembre de 2011

INCIERTA CONVERSACION DE UN PASADO DORMIDO….III

Los jardines estaban en sombras, al pie de la gran escalinata que baja hasta el lago, recostado en un tronco de sauce  Manuel espera la llegada de Ana…al verla acercase sale a su encuentro…

Manuel: ¡Buenas tardes bella dama!
Ana: Buenas tardes tenga usted, caballero.
Manuel: Ausente, estoy ausente de sus miradas, del color de sus ojos y el sentir de mi eterno morir, no es vida bella mía, tanta ausencia me hace temer perderla…
Ana: No digas usted tontadas, que es muy temprano para aguantar tantas gaitas... ¿de que tiene miedo?
Manuel: ¿miedo? ¡De perderla a usted mi bella dama!
Ana: ¿ha merendado?
Manuel: Si, entre bocado y bocado hice suspiros, intentado beberla desde mis adentros.
Ana: ¡Que zalamero está usted hecho!
Manuel: Llámeme zalamero, ese que hace de la manteca su brillo, llámeme dulce porque sus mirada es mi azúcar, dígame lo que quiera que yo por usted sentiré.
Ana: ¡uf! Es zalamero hasta las meninges.
Manuel: Solo con lo que quiero…
Ana: Eso también lo sé, con lo que quiere y cuando quiere…
Manuel: ¡Justo!
Ana: Si tan cargado de ausencia se encuentra no me haga que pida su presencia cuando solicita la mía debiera.
Manuel: No es que no quisiera verla, mi cielo, tampoco es despiste…es la vergüenza que me deja subyugado ante la belleza que irradia su ser inmaculado.
Ana: Es inaudito que con tal remanso que brota de su ser, olvide mirarme a los ojos. Que supiere entre bocado y bocado y cuando tenga el antojo…pase de largo.
Manuel: ¿de que me habla? ¿A que se refiere? Siempre miro de frente, salvo cuando la miro de lado y no es cuestión baladí el mirarle desde todos los ángulos, es lo que me llena a mí…
Ana: En esos mundos que se mueve, cada cual tiene su retrato. Es grato mirarlos y poder asimilarlos…tanta belleza esconde su arte que es de ignorantes obviar los resultados. Usted es un caballero andante, entre retablo y retablo…aquí deja una rosa y en cuestión de segundos un clavel a otra.
Manuel: ¡le temo! ¡Me asusto! ¿Acaso es pecado ver su retrato de rato en rato?
Ana: Yo no hablo de mis retratos, a mi me conoce de memoria…
Manuel: Es el que llevo en mi pecho, en mi cabeza desde hace tiempo.
Ana: ¡Será embustero!...son las damiselas de oculta belleza  que lo tienen obnubilado y es para usted grato encontronazo hallarlas esperando…
Manuel: ¡Ensoñaciones! Eso son cosas del pasado, secuelas que le vienen y yo tengo que soportarlo. Castigo me diste, he de reconocer, que por merecido lo admito y a raja tabla lo llevaré…nada de mujeres, de los hombres lejos y con cordel, que no se acerquen a mi cuerpo que tiene y como debe ser, una sola dueña a la que quiero y yo por ella soy su querer.
Ana: Eso son palabras vanas, mire usted. Cuando sabe de sobra que por mucho prometer, sin hecho ni pruebas no hay que hacer…
Manuel: ¿Vanas y en su momento?
Ana: Por mucho que me quiera y haga lamento de su padecer, no hay mujer  que se le resista siento mi espalda su pared.
Manuel: ¡Ande y calle usted! Es la voz de mi alma, no me la descuide usted.
Ana: ¿Descuidarlo yo? No me descuide usted, que tanto montar a caballo deforma la sensatez.
Manuel: Con la debida atención, son como dagas lo que me dice después de mi confesión.
Ana: No son dagas caballero, son camelias puestas en sus manos, lo que ocurre que no le es grato por preferir otros tallos.
Manuel: Ya le hice confesión y sabe de corazón que mi alma está en su poder.
Ana: Eso dice usted, pero dama que se acerca nariz que pega, sépalo usted. ¿Las quiere lejos? Déjelas en los confines, allá en las profundidades,  pero todo caballero que pretenda ser su amigo, haga el bien de presentármelo, igual tengo un marido oculto entre tanto espanto, salvando las diferencias, claro está…
Manuel: Me parte usted el alma con tanta palabrería si sabe que mis labios en cercanía son sinceros como promesas dadas y el respeto que le profeso, ese… ¡ese va a misa!…
Ana: ¡ay, majadero! Para respetar y querer lo primero que hay que hacer es mantenerse limpio como un cincel y dejar la entrepierna en reposo, que se note que su daga está entre las rosas de una sola mujer… ¡no de cien!
Manuel: Piense en claro bella dama de mis ojos el placer, piense en limpio y despacio escuche mis palabras, que todas las buenas son para usted…de las malas o malos entendidos mejor nos hacemos sordos, que por error,  no quisiera insultarla o que me tuviera temor.
Ana: Si temor no le tengo, pero entienda usted don Manuel que cuando una mujer entrega su ofrenda no le gusta ser expuesta a las burlas ajenas.
Manuel: dejemos de palabrear, dejamos esta conversación que ningún puerto nos va a llevar. Tomemos un respiro y cogida de mi brazo, haga bailar la sombrilla que yo a su paso le canto.
Ana: No puedo por menos que asimilar que tiene muchos dones y entre ellos el de don Juan…cante, cante usted que escucho presta su trinar.
Manuel: Iremos por la senda, esa que tanto le gusta…olor a limoneros, la calidez del naranjo y entre paso y paso una paradita junto al lago, en aquel lugar con encanto que gustoso, además de mi canto un ramito de violetas le harán reír y borraran el llanto…y yo en su descuido, le daré un beso escapado. Espero ser prudente y que no me suelte como la última vez ese gran sopapo.
Ana: Ponga usted otra vez las violetas en mis senos en lugar de mis manos y le garantizo que no le soltaré un sopapo, que yo jarrón no soy y mis pechos son delicados…aguante el beso robado, más sus manos ni en caderas y cercanos a las ubres que amamantan a los renacuajos...Que para besar don Manuel, solo se necesitan los labios…


*José Manuel Salinas y Rocío Pérez Crespo*

jueves, 8 de septiembre de 2011

GORRIÓN...

Soy, como el ave en nuestro habitad
Pajarillo de solitarias ramas, escondido
Entre hojas, retoños de la parra, verde limpio
Abocando al  amarillo con el tiempo,
Rayitos de sol en perpetuo balanceo, contraluz
Del viene y va, del estar y no…

Frágil asustadizo, desconfiado de los míos
Invisible a los demás, forzosa evolución animal,
Seguro de mis alas, inquieto en el día,
Adormitado miedoso en la noche
Alas plegadas, sin saber volar…

Soy, la adaptación al habitad
De un simple gorrión, ojos abiertos
Y trocito de pan…

Gorrión, pajarillo simple, siempre
En un temer expuesto a gavilanes…

¿Sabes tal vez de lo que hablo?


*José Manuel Salinas*
D.R.
(Imagen bajada de la red)


miércoles, 7 de septiembre de 2011

UNA SEMILLA PLANTADA...

Cayó del cielo hecho un ovillo y desplegó sus alas al tocar la tierra, centró la atención en los millones de gentes que moraban en ella. Fijó su interés en los remolinos flotantes  de las confianzas perpetuas y,  en unos ojos candidos  que llenos de ilusión miraban una estrella.
Se acercó despacito hasta oler su perfume y comprobar que era ella  y, sin hacer ruido dejó que una de sus  plumas volara de sus alas brunas a esa morena cabeza…cambió la mirada la doncella al sentir la confusión rozar su alma, ella que nunca había sufrido la inquietud, la noto palpitar en sus manos blancas.
Latía con una fuerza desmedida y algo parecido a las telarañas mermo su razón y congeló sus entrañas. Un  grito profundo aulló desde el centro del equilibrio, dos lágrimas pálidas dejaron un surco de inconformismo…giró la cara ante el esperpento macabro de natura vestido y mirándolo  con desden escupió en su destino.
En el momento maldito de alzar el vuelo, con burlona voz llegó a su encuentro y así le dijo el embustero: Si el amor es confianza, sirena de los sueños, hoy has perdido la templanza en pos de bulo inquieto, pero recuerda estas palabras…ha sido él quien  ha sembrado mi llegada y venido a la cita  presto para dejarte entender,  que en el amor no hay nada cierto, solo el sonido lento de lo que nace dentro, no siempre  regalado y casi nunca entendido…ahora tienes en tu poder una incertidumbre quebrante que hará trastocar lo que antes era limpio, de ti depende, preciosa mía…quedarte con mis alas o con la mirada en la estrella que te guía…


*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos Reservados*

SEPTIEMBRE ETERNO...

Día de septiembre, acabado el largo verano, veo las flores ya marchitas. Un sol de justicia entregado y solitario, baila sus rayos con ese carisma tan intenso.
He llegado hace nada, agradeciendo la sombra de los árboles. El frescor del rellano al entrar, limpio y perfumado gracias a doña Margarita, me ha aliviado. Es todo un primor de mujer, activa y vivaracha, un algo mayor, guapa…nunca entenderé el porqué de su soltería.
Pienso en ti, en tu encuentro de esta noche, la cena en tu compañía y la sorpresa que te llevo. ¡Sí! Por fin me he decidido, sabes que me cuesta tomar decisiones, me siento inseguro. Esta es de las grandes y no puedo dejar de sonreír. No dejo de imaginar tu cara, sé que pondrás gesto de incrédula…tantas veces me lo has pedido ¡jodida indecisión la mía! Pero está vez es fijo, me voy a vivir contigo, tenerte a todas horas y no solo en mi pensamiento, mirar la luz de tus ojos al amanecer, acariciar tu pelo, tocar tu cara, abrazarte sin más, puro impulso de mi necesidad. ¡Cuánto te extraño ahora! Cuanto te quiero mi niña preciosa sin igual.
Llevo en mi cara la sonrisa y tú, ocupando mi pensamiento, deleitando esta imaginación en ti.
Me doy cuenta de un paquete en el suelo pegado a la puerta, casi tropiezo, creo firmemente que me nublas. El caso es que no espero nada, debe ser un error, aunque me extraña que doña Margarita tenga estos tipos de fallos, suele ser muy disciplinada para sus cosas y sobre todo la de sus inquilinos.
Al asir el paquete leo mi nombre y compruebo que no hay ninguna equivocación, también observo que no tiene remite y eso me deja pensativo.
Entro en casa y cierro despacio la puerta a mi espalda, llevo el paquete en la mano, viene envuelto en papel de estraza y unos cordeles de hilo de pita con un nudo centrado, apretado, ceñido en varias vueltas.
Sin desvestirme, ya voy escaso de tiempo, mi curiosidad va en aumento, ahora me tocará correr un poco, ya me ducharé más tarde. Eso sí, quiero ser puntual por una vez y recogerla a la hora indicada.
Marchó a la cocina y agarro un cuchillo, el mismo utilizado en el desayuno, sigue en la mesa con todos los restos,  soy descuidado para estos menesteres. No recogí pensando que a la vuelta lo haría. Es una de las cosas, de las tantas cosas que tengo que empezar a cambiar. Helena es muy organizada y más de un reproche me he llevado las pocas veces que se ha quedado en casa, además con toda la razón.
Voy hacia el dormitorio, intento ganar un poco de tiempo con el dichoso paquete en la mano, mi curiosidad aumenta pero el reloj no se detiene. Me siento en el borde de la cama,  corto el cordel de un tajo certero quedando las solapas separadas y de frente. ¡Buen trabajo! Pienso…al tiempo que mi curiosidad se va evaporando, la sonrisa tornándose agria y extraña y, los ojos en un no asimilar lo que contemplaban…son mis ropas.
El vaquero manido, el suéter de cuello alto que me regaló Helena, todavía conserva su perfume, suave como su calida piel, fue un acierto este regalo, siempre que me lo pongo se lo digo y suele sonreír complaciente de su acierto.
Creo que es una mala señal, sobre todo al ver el sobre, pequeño y malva, su color favorito. Mis dedos tantean algo dentro del el, estoy nervioso o asustado, no se lo que es. Después de leer la escueta nota con un beso lejano y frío, vació en mi mano lo que hay dentro del sobre. Es el anillo, un regalo muy especial, un sentimiento puro y claro. Se lo regalé el día que nos declaramos, esa tarde en el jardín, primavera encendida, testigo mudo de un juramento, sellando nuestro amor eterno…
Me ha dejado, me ha abandonado de la manera más amarga, sin derecho a replica. Siento mi alma destrozada, la mente obtusa, nublada…un suspiro que me ahoga sintiendo todo el amor por ella, el sustento de mí ser.
Con las lágrimas y el dolor en mi cara, me dirijo al armario, parece que esté a una eternidad de mi aun estando enfrente…no soy yo, ni mis manos, ni mi cuerpo, no logro entender.
Cojo una percha, la más vieja, estos vaquero manidos no merecen otra, el suéter ahora de cuello bajo y mis recuerdos, deslizo la percha hasta el fondo del armario, a lo más oscuro, lo más negro de una vida sin vivir, esa que tanto duele…
Cierro la puerta del “ya no existirá jamás” limpió mis lágrimas, apago la luz de mi llegar, cargada de esperanza y brillo…
Recostado en la cama, con el fluido interior de mi dolor, me abrazo a la soledad.


*José Manuel Salinas*
D.R.

domingo, 4 de septiembre de 2011

LA CHICA DEL ADIÓS...



La cabeza serena, fría, relajada…el corazón en un puño. Las lágrimas contenidas, los ojos a medio camino, anquilosados de tanto pensar, entre un cuento y un destino. Como movimientos telúricos, dejé arrastrar los sentimientos, abriendo candencias enfermizas de una ilusión convertida en lamento.
Doy volteretas a merced del viento, de ese aquilón que me desplaza sin compasión por el espacio y el tiempo. Me siento pavesa entre tanta gente que mira el futuro con entendimiento…con luces de neón anunciando su progreso.
Altero el rumbo de mi existencia y choco contra las paredes de lo cotidiano, romper las cadenas que me sostienen y dejar que salga el pus amargo. Marioneta encastrada en cualquier baúl que estrenó en su juventud traje nuevo, hoy comido por la polilla, agusanado por el miedo.
Entre tanto voy equilibrando despacio si quedarme en este laberinto o fundir mi alma con algún solsticio que pueda brotar de mi sangre margaritas de intenso amarillo.
Total nadie me ha visto nunca, siempre he sido una sombra china proyectada contra un muro, si quitas las manos, el bruno se traga el marco y todo queda prendido en los guantes de un mago haciendo malabarismos.
Levanto mi copa y brindo por ti, querido amigo… que con tú varita compusiste el hechizo de hacerme mujer durante unos segundos, para después dejarme perdida en mi juicio…y seca por dentro de tanto necesitar respirar tu oxigeno.


*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos Reservados*
(Imagen bajada de la red)
 Luis Royo