lunes, 28 de febrero de 2011

PERDIDO EN EL TIEMPO...


Esclavo de tierra fértil, labriego de mil mañanas, sin esperanza en tus ojos aguantando las jornadas…ni lluvias, ni heladas, solo el valor que da la raza.
Deliquio en la morada, donde se pierden los valles y hace presa la montaña…sin escarpados vértices, sin llanuras claras, solo un cielo por techo y como cama tu alma.
Pies endurecidos de tanto camino recorrido, las manos  gastadas,  acaricias con ternura el fruto que da la greda en cada siega temprana.
Mirada desquebrajada en una cara que el  tiempo se comió sin compasión, borrando toda huella de lo que un día sorprendió a esa doncella bella con rostro de dulce flor, a esos ojos verdes que te otearon con ardor.
Viejo y decrepito, sentado bajo el roble que te cubrió de amor, añoras lo perdido, lo nunca vivido…el lamento adormecido sale de tus labios en un silbido que te cubre como una canción, disimulando el desencanto levantas el mentón hasta el magnánimo sol. Vislumbrando sus colores realzados…entre el naranja y el dorado te vas dejando vencer por el pasado.
Un sudor frío se desprende de tu ombligo llegando justo al centro de tu equilibrio, de tierra a tierra habitamos lo que trabajamos con ahínco, más el pan que te comes cuesta mucho sacrificio…alimentar el cuerpo nada tiene que ver con sustentar el sentido, ese que perdiste entre limoneros, olivos y viso magenta de lo infinito.


*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos Reservados*



domingo, 27 de febrero de 2011

SUICIDIO...TEO REVILLA BRAVO.

                                                          (A la memoria de Ariane)

                                    Hace falta valor, intrepidez, -¿cobardía,
                                    estupidez?- resolución, estar hartos de todo,
                                    no encontrar tiempo ni lugar ni estímulos
                                    enredados en un desequilibrio profundo.
                                    Asumir la idea de disfrazar la vacuidad obsesiva
                                    y liberarla. Sentir en el deseo de morir
                                    una suerte de perpetuidad o gozo en el no dolor,
                                    la mayor libertad posible en nuestras manos,
                                    el regreso absoluto al antes de nacer.
                                    Defender la muerte ante la vida con un destino
                                    cruel incontrolable e irreversible;
                                    reafirmarse en las ganas por acabar;
                                    no ser dolor ni constancia, no ser nada;
                                    sin escepticismo, con fina ironía de ilógica
                                    cordura, sin residuos de añoranzas vanas;
                                    convencido, abierto como una encantación
                                    a ese trazado enigmático –galería de azogues
                                    de tiempo sucesivo- de enorme eternidad,
                                    que se perfila soberano.

                                    Vacuidad…
                                    A partir de ese momento, nada: cesa
                                    -en recorrido emotivo por nuestra barahúnda
                                    mental- el sinsentido absoluto. Sin gnosis,
                                    sin acción, sin infortunio, sin más expectativas.

                                   Causando desconcierto quizás como legado
                                   apocalíptico de ineludible dolor…

                                                   Teo Revilla Bravo.

sábado, 26 de febrero de 2011

DUETO DESDE LOS SILENCIOS...ROCIO Y FEDERICO LÓPEZ HELLÍN.

¿Donde aprendiste a querer?
Cuando las palabras no son la única explicación, ni la única expresión… pero tus gestos tampoco llegan… cuando todo se deja a la casualidad y nada reconforta, pues los deseos y las premuras quedan relegadas al supuesto eterno.
Te miro y me miras y noto el calor de tus ojos prendido como mil ascuas en un baile sin freno de pasión y confianza… pero yo no te creo, pues todo ha quedado sin concluir en esos letargos de verbos callados y momentos dormidos en unos brazos pasados.
Dime, amor mío… ¿Quién te enseño a amar sin explotar por dentro y sentir el fuego que se traslada a la verdad visible de los sentimientos?
A los hechos, a las razones… a la luz de tu cuerpo. A no te tener miedo… a vaciarte por dentro… a licuar tus entrañas y ofrecer todo el arte de tus misterios…
Dime, cariño mío… ¿Quién fue tu maestro?

*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos Reservados*


Siempre aprendí de ti, de tu nombre enlazado al recuerdo, de las noches enteras besando el ocaso sobre tus pechos, de las miles de historias que formaron nuestra eternidad.
Pero ahora nada es lo que sucedió, todo se ha acabado y en mi lecho de tristeza quedan enredadas las funciones de teatro en el que fuimos los actores principales, relegados ahora a un segundo plano.
Mil brasas apagadas me muestran el gris oscuro que pinta nuestro corazón, ya no duermo en tu regazo, ni muestro palabra alguna sobre la intensidad de tu parecer.
¿Por qué te deje a solas empeñando mi destino? ¿Por qué me presté a hacerte sufrir sin mostrar un mísero ápice de valor? Aun no lo sé, no concibo el abandono al que fuiste sometida, a la maldad que brotó desde mis adentros, pero ahora que veo el dolor, me disculpo ante el camastro donde te encuentras postrada y me pregunto ante el dios de la hipocresía… ¿Porqué no te supe amar?

FEDE LÓPEZ MMX

D.R.

SIN SALIDA...

                                       Pesares no deseados, acumulación de granos
                                       Sin ser trigo, ni dan de comer
                                       Angustias calando, agua helada en la noche
                                       Rocío al alba, que no es de beber

                                       Penas copando, desbordado carro cargado
                                       Mula vieja extenuada, sin brío, ni de correr
                                       Sol de madrugada no calienta, tenue luz de llama
                                       Bella fuente de mármol, agrietada y seca

                                       Carro inmóvil de penas y angustias
                                       Hierbajos sin flor de caminos olvidados
                                       Bella fuente seca, mármol agrietado
                                       Estomago lleno de trigo agusanado

                                       Frío suelo, suave brisa que no es suspiro
                                       Sin esperanza en mi espera, recostado
                                       Lenta muerte de una mula vieja
                                       Que sea lo que Dios quiera

                                                  José Manuel Salinas
                                                            D.R.

viernes, 25 de febrero de 2011

TRILOGIA...


Viejo decadente, sin sabor. Con tantas historias en la piel como vacío en su interior…morralla de mil lamentos, orador por condición, imbecil de dedos  fríos y ardiente corazón. Vacilante ante la vida, esperando solo el perdón de aquellos que te lloran, que te imploran día a día que te le alejes de su calor.
Payaso de mil colores sin una sola flor, desnudo el cuerpo, mustios los labios, no ofreces al mundo ni risas, ni alegrías…plañidero incansable que destrozas vidas, habitando en los corazones y rompiendo en trozos chicos cualquier atisbo de esperanza que pueda ofrecer la vida.
Fantasma de alma impío, que entras sin avisar y lo pones todo patas arriba, dejando secuelas purulentas a cada paso que das… con la boca bien abierta desgarras los vómitos en un sonoro eco al presentarte ante el incauto que sin conocerte piensa que se  está muriendo de espanto.
Dolor es tu nombre, infame embustero que reclamas por derecho las lagrimas del universo no ofreciendo más que tiempo para pagar el tributo a esos  ojos macilentos.



Necesario misántropo, lento son tus pasos, sanando con esmero las amarguras  abiertas, borrando cualquier llaga que pueda quedar rezagada en los abismos de las entrañas...
Manto que cubre el cielo cuando los ojos desgarrados miran al infinito buscando un poco de alivio en una vulgar deprecación  que no llega a ningún sitio, no hay santos ni dioses que escuchen a los afligidos.
Eres tu el que va abrazando los sentidos, mostrando sosiego en el reloj de arena que llevamos impreso desde  que nacemos hasta que morimos, el que va marcando el ritmo y hace sonreír a esos corazones podridos por el sacrificio.
El hombre ha inventado mil medicamentos para curar el cuerpo, pero ni uno solo para apaciguar el alma…para eso, solo estás tu, bendito tiempo que todo lo sanas donando con tu gesto el perdón de lo santamente impuesto.

Tienes el gesto fresco y radiante de los niños, asomando tu cara guapa por todas las ranuras de las puertas del raciocinio.
Eres del color más bonito, quien te sabe ver está en paz con el equilibrio. Eres la calma mas temprana, el verde escarcha, el sol dando brincos y la estrella clara. Capaz de hacer olvidar el agravio, el vomito, la muerte y la locura producidos por esta vida que poco ofrece aparte de algún rato de alivio
Contigo no hay demoras, cuando se te acepta por divino, nada puede contra esa fuerza que da el poder del olvido…el óbito de un ser querido, la guerra con Dios por haberse ido…el corazón hecho papilla del enamorado, la niña que lame desconsuelo, la madre que mece en sus brazos el famélico cuerpo de sus vástagos, el beso que nunca llegó o un te amo añorado que se perdió en los brazos de un pasado.
Perdón por haberte escupido tantas veces como veces tiene el dolor y el llanto, por tantas penalidades como pagos demorados…Perdón es el paso del no recuerdo con la pena de la mano…es la mirada limpia, el corazón allanado, es la paz del ser humano cuando ha pasado por tantos llantos.
Perdón es tu nombre y en el me hallo.

*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos Reservados*

jueves, 24 de febrero de 2011

HE DE SUBIR...

                                       He de subir, interminable, empinadas
                                       Laderas de indiferencia, aborrecidas por escarpadas
                                       Desgraciado de mí sentir, de revuelos prisionero
                                       Monte agraciado, sin gracia, de nombre olvido

                                       Divisar el valle, (ventajas de la altura)
                                       Colmado de lágrimas, lamentos,
                                       Que no quiero ver (niebla espesa)
                                       Nubes  (apariencias) disimulando
                                       Amores, dichas y alegrías
                                       Pájaros de sentimientos volando

                                       Arriba, arriba, sin miedo, ni pausa
                                       Monte del olvido,  mi libertad
                                       Lastre de mil rocas a mi espalda,
                                       Doble vida, (de engaños y dolor) un solo sentimiento
                                       Peso que  presiona el alma
                                       Que no respira…

                                       Ojos que apenas abren, (no están cerrados)
                                       Parpados de carne ya vivida y sin vivir, dura
                                       Cortinas imaginarias sin color, lluvia que no se ve
                                       No tengo juventud, ni juegos, madurez  incomprendida
                                       (No me avergüenzo) diferencia de mí ser

                                       Busco mi paz, sin ser eterna
                                       El sentimiento diferente, con el que nací
                                       De una vida larga, que ya no recuerdo
                                       Monte de nombre libertad ( a quien le importa)


                                                  José Manuel Salinas
                                                            D.R

miércoles, 23 de febrero de 2011

HOY, NO EXISTE UN NOSOTROS...


Hoy,  no quiero sentir tu mirada...
Por estos mundos que me balanceo, de pálidas caras y profundas soledades, refractario de tanto hielo como acumulan sus paredes, donde nada nace y nada muere, más lo que existe es y así permanece… inerte… necesito un segundo, solo uno, para quedarme en el para siempre.
Hoy no quiero nada. Ni promesas, ni ingratas palabras, no quiero sentir nauseas disfrazas de esperanza.  Solo quiero sentarme en las profundidades de mis entrañas e intentar encontrar a aquella mujer enamorada.
Esa, que puso todo su afán y empeño en soñar con una nube equivocada.
Hoy no quiero trenes que me desplacen a  espacios oníricos donde al alma se descarga, hoy quiero sentir toda la presión acumulada, es la espita que me deja expuesta a esta veraz madrugada.
Oneroso es mirarme a la cara y ver las arrugas reflejadas en ese ingrato trozo de cristal que no engaña…y no es el paso del tiempo lo que me señala. Sino un sufrimiento severo de tanta aguasal derramada.
Se que no existe la felicidad diaria, esa se queda para las películas y las novelas caras…más comprendo que si lo uno no es ordinario, la pena tampoco tendría que ser rutinaria y yo….yo ando ya un poco cansada de no tener equidad en esta romana.
Hoy no quiero un nosotros, porque nunca coexistió ese lexema entre tus ojos y los míos…hoy quiero quedarme dormida y no tener un mañana abrazada a tu cara.





*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos Reservados*

martes, 22 de febrero de 2011

POESIAS ES...


                                           Poesía es…Amanecer a tu lado
                                           Sentir el tierno suave roce de tu piel al despertar
                                           Ver en  tus ojos claridad, luz del nuevo día
                                           De rocío bañados, la humedad de su brillar

                                           Poesía es… hacerme sentir protegido
                                           Dichoso, lleno, con calor en corazón
                                           Sin nublar mi pensamiento ni razón
                                           Con el manto invisible de tu amor

                                           Poesía es… el verte cada día
                                           Ser fuente de agua cristalina
                                           El oxigeno necesario, armonía
                                           Sustento y ganas de mi vivir

                                           Poesía es… sentimiento puro
                                           Blanco e inmaculado de dos corazones
                                           La fusión de dos almas al infinito

                                           Poesía es… para mi y por siempre, tu

                                           Paz, amor y ganas de vivir.

                                                   *José Manuel Salinas*
                                                             *D.R*

lunes, 21 de febrero de 2011

DE UNOS A OTROS...

Yo, también tuve manos pequeñas y  aquellas que me instruyeron fueron artesanas en recoger la esencia cuando las suyas fueron tan chicas como estas.
Me enseñaron a caminar erguida, a valorar aquello que me ofrecía la vida, fueron sostén de tantas noches perdidas, de caricias, de mimos, de alguna que otra regañina. La herencia pasó con la soltura que ofrece este circulo perenne de ancestros, de aros que se van tornado enormes para dar cabida a los que llegan nuevos. Historias  de leyendas, de aquel tío tan majo que murió en la guerra, de la higuera en el patio de la abuela, los boleros en la tarde de siesta, de esos limoneros que son el olor más rico de mi tierra.
Y ahora, aunque no se huelan, aunque la fotografía en el recuerdo sea de colores sepia, donde los sabores se han difuminado sentada en el rincon de la fuente de la hacienda, el color me lo han devuelto ellas. Aquellas que dieron luz a mi existencia. Conforme van madurando en su entidad, me voy dando cuenta que hice el traspaso de aquello que me entregaron…. Y se, a ciencia cierta, que algún día entres sus manos acogerán a otras mas pequeñas.


*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos Reservados*

sábado, 19 de febrero de 2011

¿ERES CAPAZ?

No quiero ignominias en miradas, ni pesares, ni angustias… no me apetece transigir por injusticias…
No quiero que me avalen los importes, ni ramos de rosas, ni promesas prendidas, no me gusta el oro y de la plata soy poco amiga….yo se vivir mi propia vida y proteger a todo aquello que ha parido mi vagina…se alimentarme por dentro y lucir por fuera con gallardía.
No quiero palabras vacías, esperas y letargos… ofrendas dormidas, que solo valen para proteger los recuerdos y convencerse a una misma que cada cual es como es y todo gira según las miras.
No quiero suplicar con el alma un poco de valentía… solo quiero tener constancia de ser lo primordial en tu energía… de ternuras certeras, de caricias recibidas.
No quiero ser el roto de tu camisa, pero si el ojal donde prendes tu margarita, al lado de un corazón que late por mi y por tu dicha.
No quiero ser ni tu mujer, ni tu amante, ni tu querida… solo quiero ser el anexo de tu vida… tu compañera, tu pensamiento… tu santa delicia.


*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos Reservados*

CUANDO LA NATURALEZA RUGE....FEDE LÓPEZ HELLÍN

viernes, 18 de febrero de 2011

SOÑANDO SER....


                                                    Paloma, paloma blanca
                                                    De alturas y distancias mensajera
                                                    Recado tengo, en ti mi necesidad

                                                    Una flor en olor, rosa roja
                                                    De equipaje llevas, señal de amor
                                                    fácil para ti, lo imposible para mi
                                                    Como destino una mujer,
                                                    un corazón, el amado
                                                    sentido, añorado…tan lejano
                                                    Siempre encendido, adorado
                                                    nunca olvidado

                                                   Amor verdadero, verdadera toda ella
                                                   Niña de ojos grandes, piel blanca azucena
                                                   De cabellos claros en rizo, sonrisa con hechizo
                                                   besos dulce miel, sabor pura canela.

                                                   Cuando des con ella, bajar en picado te pido
                                                   No demores mi mensajera,
                                                   Llevas una parte de mí, que ella espera
                                                   Una flor en olor, rosa roja… amor

                                                   Hago de tu confianza la mía,
                                                   De tu viaje mi espera
                                                   Soñando algún día ser paloma,
                                                   Paloma… mensajera



                                                               José Manuel Salinas.

LA NOCHE MAS OSCURA.....


En esta noche que me atormenta y asumo como la última, soy consciente que nunca me ha querido… no, como yo he querido.
La soledad que me acoge en su seno, de manos frías, me la grita al oído.
He amado con pasión y solo he recibido unas cuantas migajas de compasión. El dolor es profundo, amargo y obtuso, tanto que ya no se si me duele algo o solo siento vacío.
¿Por qué nunca me ha querido?... no a su modo, sino al mío.
Es sencillo… solo con un minuto de su tiempo habría sido suficiente para llenar mi alma, pero ni eso… nada.
En la espera perpetua, jamás sentí girar su cuerpo con el mío, ni sus manos en mi piel, ni un suspiro…solo excusas de ser tan peculiar como genuino.
Las lágrimas son espesas y saben a sal y olvido… mi olvido. Soy como una marioneta, una palabra certera y caigo rendida a sus pies… será que por él siento un querer que va más allá de lo que en realidad se merece su ser.
¿Por qué nunca me ha querido?... ¿porque sus palabras no llenan mis sentidos?
Saben a desesperanza y solo buscan el consuelo del momento, una vez llenado su ánfora se olvida de mi lamento.
No creo en el amor… burda mentira, que hace de las personas una historia marchita… no es real, es una fantasía que delimita un entorno, majaderías que rompen corazones y queman las tripas…que inflaman ojeras y apagan ojos de vida.
No creo en ti… ni en llamas, ni en brasas, ni en añoranzas. Me has engañado con palabras que no has sentido. Has hecho de mi lo que has querido y una vez superado el juego te has aburrido.
Pero no se vivir sin ti… no respiro.
En esta última noche mientras espero a la dulce muerte, quiero que sepas lo que te he amado… todo lo que te he querido. ¡Ay! el dolor es mayor que el raciocinio… mi sangre brota de mis muñecas manchando el fondo del sentido más limpio…Por Dios, que llegue pronto, así lo deseo… no puedo padecer por más tiempo este destierro al que me ha sometido mientras él busca consuelo en otros brazos que no son los míos… te libero de esta manera de la promesa que me hiciste un día… ser amada y consentida. Lo que no has sabido mantener lo pago yo con mi vida que es más fácil que soportar tu ausencia sin medida. Quédate en otros brazos, en otras bocas de carmín henchidas… yo me voy con los Ángeles y tu imagen en mis pupilas…que amarte más no he podido y, prefiero dormir con tu recuerdo que morir en esta malsana vida de dolores y pesadillas.
Y si alguna vez buscas en otras mi aliento, recuerda que fuiste tu quien me mato por dentro, tanto que no me importó segarme para renacer en el cielo.

*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos Reservados*

jueves, 17 de febrero de 2011

TOCATA EN DO MAYOR...TEO REVILLA BRAVO.

                                             Llegado del seno impreciso y estarcido
                                             de la noche, te reconozco en anómalo
                                             sentimiento entre ramajes y boscajes
                                             del ánimo revuelto ahí donde está la voluntad
                                             sobrevolando campos dormidos, alcobas
                                             de soledades y desórdenes, brumas que aparecen
                                             inmisericordes en los pequeños destellos
                                             que habitan las emociones cuando sonríes.
                                             Cierro los ojos. Pongo música en tu voz.
                                             Sitúo las forzadas notas del piano
                                             hasta límites insospechados. Robert
                                             Schumann, tocata en do mayor, (op, 7).

                                             La mañana es fría y desangelada.
                                             El día se entrelaza y crece entre alborotadas
                                             aguas, humedades amarillas, vahos ilusorios
                                             y penumbras, a través de un impreciso
                                             paisaje de brumas. A veces así, al moverme
                                             entre neblinas y despertares, me entra
                                             un repentino sobresalto, asoma una cierta
                                             incertidumbre, algo imperceptible  que flojea
                                             en el interior hundiéndome muy lejos en tiempo
                                             cumplido o en examen de identidad prorrogada.
                                             De súbito el día, acallándolo todo, se expande feliz.
                                             Al progresar la jornada solar y disiparse la niebla,
                                             desecho angustias, destierro lágrimas.

                                             Saber de ti, notar el cabello fuerte y oscuro,
                                             ver cómo en tus ojos melifluos se refugia la luz
                                             formando un amplio abanico en afán de reposo.
                                             Se expande la música...
                                             Sólo me falta recorrer  sinuosamente tu cuerpo
                                             -nací para ti, amor- con todo mi afán enfebrecido,
                                             para sentirte, en incongruente convicción amorosa
                                             o en esbozos de pintor entregado, sublime,
                                             bella, tangible, completa...

                                             Mientras en otras espacios más llenos de misterio
                                             en infecunda resignación o transacción del sueño
                                             intento la convergencia de ambas energías
                                             -la tuya y la mía- abdicando del dolor en único
                                             pensamiento, concluye la órfica jornada como
                                             si nada, asediando el poema en secreta estancia
                                             –tumulto de emociones- con lúcida, penetrante,
                                              abyecta soledad…

                                                                Teo Revilla Bravo.