Pesares no deseados, acumulación de granos
Sin ser trigo, ni dan de comer
Angustias calando, agua helada en la noche
Rocío al alba, que no es de beber
Penas copando, desbordado carro cargado
Mula vieja extenuada, sin brío, ni de correr
Sol de madrugada no calienta, tenue luz de llama
Bella fuente de mármol, agrietada y seca
Carro inmóvil de penas y angustias
Hierbajos sin flor de caminos olvidados
Bella fuente seca, mármol agrietado
Estomago lleno de trigo agusanado
Frío suelo, suave brisa que no es suspiro
Sin esperanza en mi espera, recostado
Lenta muerte de una mula vieja
Que sea lo que Dios quiera
José Manuel Salinas
D.R.
Un poema de reflexión...cuando todo se ha dado y los resultados no han sido los añorados, uno se deja recostar poniendose el mundo por montera...de todas formas lo que está escrito en los destinos no hay fuerza que pueda desviar ese camino...se tome el que se tome siempre será el indicado.
ResponderEliminarMe ha gustado leerte muchisimo...muy muy Salinas, mis besos José.