Yo quise ser el alma de alguien, vestirme con sus colores, resplandecer en sus ilusiones…yo quise ser el latido de un pecho, el torrente que fluye dentro, el río de unos deseos…escuchar de unos labios, ser el amor de una vida, la rosa que no marchita, la cicatriz de una herida.
Quise romper el cielo y ponerlo en tu cama, quise ser la alondra que canta en tu ventana…el racimo de uva recién cortada, la colonia que refresca tu cara.
Más…
Fui sombra de luces, un callejón sin salida…la estatua erguida en cualquier plaza, cagada de palomas, sin facciones en la cara.
Fui un charco que dejó la lluvia lleno de propaganda, los sueños agonizantes y la flor de tela barata…la nariz del payaso y una pasa.
Tanto querer queriendo para no ser nada, más de nada me voy nutriendo para aguantar mis jornadas, esperando un mendaz te quiero con que conformar mi ánima y cerrar los ojos cada noche para seguir soñando con sueños de hadas…levantarme cada mañana con una esperanza, dejar pasar el día entre lágrimas…volver de nuevo a la espesura para aferrarme al quimérico mundo de la nostalgia y esperar pacientemente a que mi turno tenga su pasada.
No he sido el amor de nadie, por mi no se han derramado lágrimas, no escuché las palabras: eres mi cielo o un te amo con toda mis ganas…
Sigo sin seguir viviendo abrazada a mi almohada, sopesando mi existencia, no valiendo más que para ser mofa de cigarras, en un bosque quemado donde nada tiene vida porque se lo tragó el fuego inconsciente y el viento mas fiero de poniente con el legado de la ira.
*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos Reservados*
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