Llorando están, sin sueños, sin sol
Mil lagrimas de acero, silbidos sin freno
Escudos desnudos, de frágil cuerpo
Veloces puntas que atinan, falsas banderas
Mentiras crecidas, colmadas de sin razón
Conciencias sin flor, desierto sin trigo
Sustento que no existe, de árboles sin fruto
Ojos rojos, almas indefensas, de campos en gris
Zarpazos letales, de agónica supervivencia
Sin escrúpulos, de poder y riqueza sometidos
Apoderando libertades, enviando al infinito
Brazos y piernas sin nombre, y al peso
Cuarto y mitad de carnes ensangrentadas
Mercado negro de la indecencia
Nacidos y encontrados, de existencia no buscada
De una humanidad desprotegida, desgraciados
José Manuel Salinas
D.R
Vaya cuanta desdicha sembraron repleta de horror engangrenado , pobres gentes llenas de inocencia , debia recibir gran castigo tales actos. BSSSS
ResponderEliminarSagrario López Lucas
La barbarie nunca tiene nombre, pero si rostros y nombres de carniceros y de víctimas. Muy bien escrito José Manuel.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz martes