A pasos obligados hacia lo anodino, perdiendo la gesta de una vida, te veo sentado en tu sillón de espuma; velado el pensamiento, las manos caídas.
Ya no queda nada, la mirada se ha perdido entre un pasado dormido y un presente que no entiendes…el extravío ha ganado en ventaja al discernimiento, dejando un hueco tan arrogante; que parece un estulto atrevido desafiando al más vetusto sentimiento.
Y te vas meciendo como los niños en un dormitar sin sueños, ya no suenan cascabeles y las manos que te acogen no huelen a claveles…son vanos intentos de respirar aires nuevos.
Los jardines de diamelas se secaron, los colores perdieron sus tonos y el canto del ave sonó a llanto en el mismo momento que tus ojos se entornaron…
Hoy, solo quedamos nosotros para recordar quien eras… el padre, el abuelo, el amigo, que anduvo con nuestros pasos, en el mismo camino, tanto tiempo como años son los que te sentimos.
Dedicada a Cayetano Rubio Navarro. El abuelo de mis hijas y mi suegro durante muchos años.
*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos Reservados*
Bonito escrito, triste desde la calidez, palabras humanas y sentidas de persona querida,dando por perdida toda una vida de magia, que ya es ayer.
ResponderEliminarBesos, José
Muchas gracias José por tus palabras tan calidas para este escrito...mis besos amigo.
ResponderEliminarUn escrito muy sentido, porque es parte de ti Rocío, de tu propia experiencia...Este mundo es un puente, todos pasamos por él y debemos de cruzarlo, antes o después, la verdadera vida está en otra dimensión..no aquí...Él esta bien y ya no le duele nada...
ResponderEliminarBesitos amiga
Muchas gracias guapisima...ciertamente tus palabras son sensatas, así es, ha sido y será siempre...mis besos amiga mia y si todo va bien, nos vemos mañana en un nuevo amanecer.
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