martes, 17 de abril de 2012

SINTIENDO...


Son esas caricias que atrapan en forma de palabras, las que me envuelven en una ilusión cercana.
Es buscar una señal que me indique el camino, por nimia que sea, para nutrir todos los días el áurea  que me rodea.
Hay veces que me siento parasito absorbiendo una miel que no me pertenece, me siento tonta, algo ridícula, más cuando analizo la entrega,  me doy cuenta que no hago daño a nadie con mi apariencia. En todo caso, cuando la realidad aparezca y rompa en dos la esfera en la que me he metido, el único que sentirá  vacío será este corazón empecinado en volar a mucha altura careciendo de alas,  dinámica y propulsión.
Él y su libre albedrío…
Y por más que lo riño y lo intento traer de vuelta, cada mañana cuando el sol irradia y los vértices clarean, despacito, con una sonrisa de luz,  me dice al oído:
Vístete de blanco conciencia y, déjame alimentarme de un hermoso suspiro. Déjame contemplar como brota un sentimiento y en la paz que recubre su halo, sentarme unos segundos a respirar sus encantos. Que aún siendo sabedor que la magia es ajena, quiero ser acto y presencia de esta ternura que forra un trozo de cielo y le pone un precioso lazo a un bosque perdido sin nombre,  ni dominio.



*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos reservados*


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