viernes, 8 de junio de 2012

CALLAS MI NOMBRE...






Sin avisos ni pretensiones. Omites reconocerme en algún lugar de tus momentos hasta convertirme en una densa niebla por donde no tiene paso el rayo de sol. Callas mi nombre disfrazándolo de viejas costumbres, de tiempos rancios, de rincones llenos de humedad por donde se filtra  un juego de palabras cargado de ansiedad.
Te escucho aunque tu boca sea muda y, a veces, reconozco la sublime sencillez de la espesura reflejada en los contornos de la complejidad.
Me apartas de tu lado con una indiferencia que araña, rasga, abre las carnes, dejando un corazón al aire y mil preguntas dispuestas…
No he pedido minutos en un reloj, ni día en el calendario, ni he restado un ápice de tu versatilidad;  solamente necesito el genuino aroma de tu verdad para ser yo quien pueda pronunciar tu nombre.



*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos reservados*

2 comentarios:

  1. Me llega profundo tu prosa amiga. Siempre me admiro con tus letras... Un abrazo, Paty

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  2. Muchas gracias Patyca...un millón de besos.

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