miércoles, 18 de abril de 2012

LO QUE INTENTAS ESCONDER...



Intentas ocultar, pero tus ojos te delatan. El brillo que una vez tuvieron vuelve de nuevo a renacer. El ámbar cristalino que  poco a poco se fue perdiendo, ahora es un canto de vida, chispeante amanecer.
Comprobar quisieras que nadie viera por lo que tu alma se alegra, y lo disimulas como puedes con una mascara de lentejuelas.
Más cuando el ánima florece es quimérico celar lo que siente. Y por más que luches, tu mirada delata lo que emana de tu médula sacra. Qué no es otra cosa, que un amor puro luchando embravecido por volver de nuevo al mundo.
Adviertes que es extraño…
Más lo raro es venial cuando se sirve de los impulsos  primitivos del ser humano. Amar y ser amado.
Volcar en desagravios el bien más preciado es solamente ir contra natura de la propia individualidad con la que fuiste dotado.
Quita la mascara que cubre tus ojos y señala al viento con las manos.  Grita su nombre como un reflejo de sol en tus labios. Que cada palabra emitida sea como una luz de esperanza… floreciente estrofa enmarcada en una dicha que no es otra que tu verdad infinita.
Lamentarse no vale nada cuando el interior se alza en rebeldía, solo queda asumir que el antifaz que tapa tu cara es la muestra más clara de lo que todavía perdura en tus entrañas y, aunque tu boca calle por no derrocar lo que atesoras, deja hablar a tus ojos y no veles nada.
Que entre el brillo de las lentejuelas y el de tu mirada, más pareces una estrella que una mujer enamorada.


*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos reservados*

2 comentarios:

  1. desde la rebeldía interior a las luminosas lentejuelas,
    bella creación
    saludos

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  2. Gracias Omar...hay cosas que no se puede ocultar con facilidad. Besos.

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