sábado, 29 de enero de 2011

CRISALIDA...

De tanto como albergaba dentro, olvidé mirar afuera. Omití  al ser humano y la gran aventura que eso conlleva…desterré, ante el dolor, antes las dudas, la soberana apariencia, me encerré en mis mundos de leyenda siendo de nuevo quimera.
Paseé noches enteras entre lucernas de aceite con mariposas danzando al compás de mis caderas,  por esos senderos de oro formados a mi antojo  repletos de  madreselva, moradas de mundos perdidos que solo habitan en mi conciencia…meninges exprimidas por encontrar la realeza, las preguntas sin respuesta, el olor acaramelado de la infinitud empírica donde se halla el enunciado  atávico de lo absolutamente divino...el amor sin mácula…la dulzura en estallidos, la serenidad danzando… el pesar dormido.
Más alcancé a asimilar que la luz mas hermosa es la del sol en las mañanas, que en las noches ya tenemos platas para marcarnos las zancadas….que sin la contraposición no se saborea igual una victoria, o sencillamente una retirada. Porque por más mundo de ensueño como la realidad no hay nada…que el dolor te mantiene viva y con la razón revelada… que la verdad absoluta la tenemos en la mirada, el hombre con todas sus locuras y el mundo para realizarlas…y en un crepúsculo de llanto impío, apagué la lucerna, dejé de ser quimera y me transforme en una mujer liberada….


*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos Reservados*

1 comentario:

  1. Rocioooo es un placer volver a leerte! Muchas veces en la vida debemos encerrarnos, cubrirnos con un manto de tiempo... aprender de todo lo vivido y renacer transformados como una bella y encantadora mariposa. Gracias por invitarme a acompañarte en este nuevo vuelo. Un abrazo y besos.
    Lorena.

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