jueves, 20 de octubre de 2011

NOSOTROS...



Nos estamos perdiendo en un abismo de estupideces. De palabras huecas, de hechos irreverentes.
No hay punto que nos separe, que no sea nosotros mismos…de tanto imponer razones olvidando por qué existimos.
Y llegamos al mismo centro, quinientas veces más cinco; parecemos dos extraños intentando reconocer al enemigo.
Es sencillamente que por más amor que acumulamos no queremos admitirnos; no te gustan mis formas y yo no aguanto tus dominios.
Ante tu frialdad aparece en estado de sitio esa brusquedad que llevo pegada a mi ombligo, esa que no mira donde tira el dardo porque es inconsciente del daño causado…y te revistes reaccionando con distancias, haciendo que se torne agria esta mujer que te atesora como divino…después viene el silencio ¡Tantas cosas por decir! ¡Tantos sentimientos!
Y empezamos a formar una oquedad profunda, que me siega, te arrastra, me entumece y te mata. Creando voces agónicas de desesperanzas… ¡Cuántas veces nos hemos ido estando cara a cara!
¡Dios!... Que larga se hace la noche cuando la soledad te abraza, con esas manos largas,  creando hormigas en la garganta….escupiendo donde amas, tapando con babas la espesura de unas entrañas…asesinando a las rosas, respirando un aire que huele a mierda…anárquico pensamiento que aplastas los esquemas acallando a este corazón que solo ama.
Necesito ternura, caricias y besos…y aunque no los merezco no puedo evitar quererlos y, quererlos de tu boca; de tus manos, de tu cuerpo...y sentir que romperías el firmamentos solo para escribir mi nombre en ese cielo…así, a lo bestia, porque fieras somos cuando nos imponemos.
¿Por qué no hacerlo cuando en nuestra piel habita el sentimiento?
Será, cariño mío, que nos estamos perdiendo.


*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos Reservados*

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