Se ha roto la coraza que cubría
mi pecho, ante tu mirada de fuego intenso, he quedado desprotegida de todo
velo.
Me has visto… ¿te he mirado? En
una efímero instante, nos hemos cruzado…sé que he quedado retratada en tu
recuerdo como el tatuaje queda en la piel impreso.
Ante el disimulo que hago cierto,
con las mejillas encarnadas, levanto la
vista y te encuentro…no dejas por ningún motivo de clavar tus ojos en mi cuerpo
¡bendito zalamero!
Y me siento la mujer más hermosa
que existe bajo este techo de colores celestes y verdes intensos….porque unos
ojos negros han cautivado mis sesos, el corazón ha palpitado dando el aviso de
que algo se me ha movido allá donde los amores son notas musicales en un
pentagrama excelso.
Un par de miradas, dos sonrisas
al descuido y la posibilidad de que seas mío... ¡vaya reto!
Le guiño un ojo al destino y
cargo de ilusiones mis sentidos…con un cierto coqueteo me incorporo y emprendo
sendero…. me alejo con ritmo sereno, presintiendo en todo momento tus retinas
encendidas siguiendo mis caderas entre
las sombras de los sauces y el gorgojeo de viento.
En un delicado chocar de tiempo y
reencuentro…te espero.
*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos Reservados*
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