miércoles, 7 de septiembre de 2011

UNA SEMILLA PLANTADA...

Cayó del cielo hecho un ovillo y desplegó sus alas al tocar la tierra, centró la atención en los millones de gentes que moraban en ella. Fijó su interés en los remolinos flotantes  de las confianzas perpetuas y,  en unos ojos candidos  que llenos de ilusión miraban una estrella.
Se acercó despacito hasta oler su perfume y comprobar que era ella  y, sin hacer ruido dejó que una de sus  plumas volara de sus alas brunas a esa morena cabeza…cambió la mirada la doncella al sentir la confusión rozar su alma, ella que nunca había sufrido la inquietud, la noto palpitar en sus manos blancas.
Latía con una fuerza desmedida y algo parecido a las telarañas mermo su razón y congeló sus entrañas. Un  grito profundo aulló desde el centro del equilibrio, dos lágrimas pálidas dejaron un surco de inconformismo…giró la cara ante el esperpento macabro de natura vestido y mirándolo  con desden escupió en su destino.
En el momento maldito de alzar el vuelo, con burlona voz llegó a su encuentro y así le dijo el embustero: Si el amor es confianza, sirena de los sueños, hoy has perdido la templanza en pos de bulo inquieto, pero recuerda estas palabras…ha sido él quien  ha sembrado mi llegada y venido a la cita  presto para dejarte entender,  que en el amor no hay nada cierto, solo el sonido lento de lo que nace dentro, no siempre  regalado y casi nunca entendido…ahora tienes en tu poder una incertidumbre quebrante que hará trastocar lo que antes era limpio, de ti depende, preciosa mía…quedarte con mis alas o con la mirada en la estrella que te guía…


*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos Reservados*

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