sábado, 29 de septiembre de 2012

YO, TE...







Llamas mi atención sin pronunciar mi nombre.
Perdido entre velos, dejas tu presencia adivinarse en el viento. Como esas tardes serenas donde el firmamento se pinta de colores arabescos y una paz recorre mi cuerpo con la certeza palpitando en las venas, de que tus pies abren mi sendero. Te siento albero, verde, naranja intenso…eres duna, oasis, palmera y desierto.
Vida, pura vida que entra en mi pecho acortando los confines de mis secretos...
Me sabes a uvas, a miel y a enebro…a  crepúsculos de primavera donde el azul se hace más intenso y, flota en el aire los longevos augures de las varitas de los hechiceros, trayendo en sus presagios lo cierto, lo cabal…lo auténtico.
Ilusión, inocente ilusión que penetra y deshace todos los nudos de mi razón…
Me haces libre en una espiral de sueños, forjas algodones con tus dedos, me descubro aprendiendo que las nanas más hermosas nacen de tus flecos y que esos flecos son pequeñas agujas que me cosen a tus derechos, a los pliegues de tus caricias, al robusto significado del verbo, quiero…


*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos reservados*

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