lunes, 9 de diciembre de 2013

VOLUNTAD…




Vuelves de nuevo como el pájaro negro de la negra noche cargando mi cielo de espesas nubes, creando umbrías y vacíos donde la imaginación crea filigranas de siniestras manos.
Manos que dibujan líneas inestables, cóncavas y convexas delante de mis ojos. Engendrando fantasmas que desean devorarme con las lascivas bocas de la duda inconfesable y, todo,  en tan solo una ranura insolente de la conciencia.
Sufro… ¿Sufro? No, no más de lo que sufres tú…o aquel que me observa con el rictus de la ironía mientras se absorbe los mocos de la intolerancia. Lo que me diferencia de ti, posiblemente, no es la sensación de pesar que me agobia sino la voluntad de liberarme de tanto ente, de tanta oscuridad, de tanta soberbia. Y no quedarme anclada en el regusto tóxico de las lágrimas que se escapan por tristeza de lo que jamás llegará a ser.
Es de día y hace frío. El sol todavía me deja ver la sombra del pájaro negro pegado a mi ventana, posado en la farola que ya no da luz ni calor; mientras me libero de las ropas raídas del fracaso y me convierto en una huella de agua sobre un parquet recién pulido...



*Rocío Pérez Crespo*







2 comentarios:

  1. cual un gemido de dolor
    (la poesía es el fruto del árbol de la tristeza, según Federico)
    saludos

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  2. Mi estimado Omar...un millón de gracias por dejar tu voz y tu presencia.
    Feliz Navidad.
    Besos.

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