lunes, 16 de marzo de 2015

DE CUANDO EN CUANDO...



De cuando en cuando, el arrebol me produce ese algo etéreo, que se cuela y me defiende sin elocuencias ni desenlaces, como si de pronto el cielo y yo tuviéramos un efímero momento de epifanía. La iridiscencia que se crea ante las retinas, no se parece a las pompas de jabón que escupen los niños con sus juegos; ni siquiera se acerca a esas tardes donde la primavera deja con su color las aguas frescas.  No. Es más intenso y mucho más inefable.
De cuando en cuando, el ababol de tus mejillas me produce ese canto de acordes, que deja al descubierto la flor perpetua que acompaña a los sueños, inmarcesible como la propia esperanza y serenamente hermosa…y es en esos momentos, donde soy capaz de volver a contemplar, a través de tus ojos, ese cielo cargado de vida que me postula y me hace eterna…



*Rocío Pérez Crespo*

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