sábado, 27 de julio de 2013

EL TUYO Y EL MIO…




No es rabia ni tristeza. Es pura erosión. Me asemejo a la roca sumergida en las frías aguas, tallando en los huesos la perdida de grosor. Lisa por la corriente que sacude e irrita. La mentira hecha axioma de un río que no provoca más que el reflejo de la rutilante luna llena sobre su lecho.
No puedo defenderme de lo que empezó siendo caricia, verde musgo y celeste techo que hacía brillar las aristas, nutriéndolas de vida y consumiendo las ganas de ser una piedra en medio de una tierra blandía por las pisadas del hombre.
Hoy es azote en mitad de mi núcleo. Sin poder evitar su roce,  voy agonizando poco a poco, sujeta a la raíz de un árbol carcomido que esconde dentro de su tronco dos viejos nombres.



*Rocío Pérez Crespo*

6 comentarios:

  1. impresionante todo lo que puede sentir esta "roca sumergida"...! Ojalá pronto la erosión llegue al punto donde no se puede otra cosa que brotar a la luz, a la vida, a la vera del río...

    un cariño!

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    1. Muchas gracias, Mónica. Todo en la vida es una erosión, deben ser los años, aunque también es cierto que la experiencia obra milagros.
      Un beso enorme.

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  2. Dolorosamente bello, Rocío.
    Un abrazo.

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    1. Gracias, Juana. Es un placer tenerte por estos lares.

      Un besote y oye!!!,...pasalo genial en tus "vacas"

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  3. más que nostalgia, más que melancolía, yo diría un mar de angustia
    saludos, bella prosa

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  4. Omar....mi más fiel seguidor. ¿Que serian de mis letras sin tus palabras?...un millón de gracias por ser y estar.


    Un beso.

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