viernes, 19 de julio de 2013

CANTO DE QUIMERAS…




Soy humo reposando en tu tejado, una mancha translucida por donde se escapan los rayos, no soy nada en tu recuerdo, ni tan siquiera la fragancia de las rosas de mayo. 
Morí en tus adentros cuando las destempladas noches de agosto rozaban los caños, perdido entre una música que cantaba falacias de enamorados, dulzona y melancólica, dejaste olvidados los templados días de un invierno  bondadoso y azul que me sabía a milagros.
Gané la batalla al mirarte a los ojos, desplazados en un rincón del viejo desván, donde se almacenaban tediosos los besos sin lengua, algún roce casual y una radio sin dial. Hice como que no me importaba y  levanté las armas, osada intrépida, sin reconocer que el corazón lloraba como un ruiseñor extraviado entre las jaras y el vendaval.
Posiblemente al cerrar los ojos sueñes que soñaste tenerme entre tus brazos y, confundido entre nieblas  intentes encontrar mis manos. No le hagas caso. Solo es una antigua  canción de quimeras que te quiere atrapar en tu pasado.




*Rocío Pérez Crespo*

No hay comentarios:

Publicar un comentario