viernes, 18 de mayo de 2012

UN CUENTO PARA TI…





Pasaron los motivos, pasaron las ofrendas…quedó un cielo dormido sobre un  suelo de tristeza.
Callaron los sonidos ante tu  razón y mi conciencia, murieron en  tierra de nadie tus palabras y  las promesas.
Sí, se agotaron las paciencias, se partieron los afectos y nuestro mundo se partió en dos dejando a cada uno en  un camino sin regreso.
Troqué el verde que me cubría por unas cuantas manchas de sucios aspectos.
Sin fe y con los ojos hueros terminé cuando empezaba a sostener mi propio aliento. Así pasó el tiempo, despacio demasiado lento.
Pero una noche…
Me escapé con los reflejos de la luna encontrando en su cara oculta la verdad de mi existencia. Me esperaba con tejanos y una camisa a cuadros sentado  en una nube con las piernas colgando.
Me habló de amor y magia, de ilusiones y esperanza y dejó caer entre mis manos una estrella con puntas labradas. Me miraba con los ojos muy abiertos haciéndome  sentir que rozaba su alma y lo dejaba prisionero.
Con un chasquido de dedos borró la indiferencia que me cubría, y suplió lo impío de mis sesos con un cuarto de arrogancia y un kilo de sentimientos frescos.
Y entre el jade más puro y el índigo más limpio volvió el credo a mis estancias y la luz a mi mundo…aunque de vez en cuando sienta que solo  fue un sueño tibio en una noche clara de intenso frío.


 *Rocío Pérez Crespo*
*Derechos reservados*

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