Me agitas, me entumeces, me
llevas por esos caminos que te gustan…me dejo. Soy prisionera de tus vuelos. Me
escapo, emigro y regreso.
Pierdo la razón…te deseo y, esa sensación va creciendo. Es más que mucho
y mucho más que demasiado, eres amor y, en ti me renuevo.
Activas los colores, los dejas a
merced de las miradas y, una va creyendo un poco más cada mañana que soy uno de
ellos.
Me miento, reniego, me aturdo…me
muerdo. Me hago parar en mi propio atolondramiento…bailo, canto, reviento en
mil sensaciones complejas con ningún acierto.
Eres la bondad, la ternura, el
confort y mi epicentro.
Me vences, me rindo, me
llamas…empiezo.
Y así, con el ritmo acompasado de
los profundos amores, al caer la noche
acurrucada en mi cama, pienso, que eres el hombre con hechizo que hace de la
realidad un maravilloso sueño.
*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos reservados*
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