miércoles, 17 de diciembre de 2014

GENIAL...





Después de una jornada estresante y larga larga...esto me aporta ganas.

Espero que lo disfrutéis tanto como yo.

lunes, 1 de diciembre de 2014

PRECIOSA...


Los libros me ofrecen la posibilidad de extraer de ellos esa frase que llega y marca, sin contar que son una parte importante de mi vida. Este libro nada más abrirlo, me ofertó una que me llegó al alma. Esta vez no es del contexto de la novela como suele ser siempre. Es la dedicatoria en si...aquí os la dejo.

A tu calor en mi cama...

Del libro: Lo que nunca te conté de J.M. Aguilar.

martes, 25 de noviembre de 2014

DINAN...




Pongo tierra de por medio sin esperar milagros. Me llevo las alforjas llenas de recuerdos y, un agujero en el pecho por donde se escapan cien mariposas negras…
Un trago de bourbon
Un día perfecto
Jon Hassell
Un rojo descarado
Una señal de tráfico
Unas gotas de perfume
Un guiño
Cinco sonrisas
Un sombrío amanecer…
Hoy vida, de nuevo te enfrento y destaco de entre todas tus virtudes la única que me compone: tu infinito don de la oportunidad.
Suena el corazón de una trompeta en las esperas del aeropuerto que me habla de olvido, de tiempos caducos…de ruidos. De tantos ruidos…
Tu voz…
Un armario
La puerta que se cierra
Cincuenta cartas
Un as de oros
La ventana rota
Unos cristales en el suelo…
Tres aspirinas
Un manchado deseo.
Fluyo por las angostas notas hasta convertirme en la misma música y, floto entre millones de historias que se agolpan en la terminal. Cuando llegue, nadie reconocerá mi cara pero sabré definitivamente reconocerla yo. Un reflejo de bonanza vuelve a mis sienes y entran a patadas un do mayor y un fa que araña…
Un gato
Un pasaporte
Un futuro
Una playa
Un idioma nuevo
Diez rosas blancas
Coca-cola con limón
Una terraza
Una paz que abraza…
Yo.



*Rocío Pérez Crespo*







miércoles, 19 de noviembre de 2014

TIEMPO DE CERA…





Quiebra la mirada el horizonte y, entre los árboles que apuntan a mi cielo, escucho la voz del caminante que va dejando su eco en mi recato.
No son tus pasos, ni la beldad de tu palabra, es más bien la tierra amiga la que me da el olor de las diamelas cuando se abren frescas en la alborada.
Y tú, que eres la fuente, la dúctil asociación entre el ingenio y la esperanza, me brindas la sibilina búsqueda de los anhelos que cubren tu almohada.
Encontraré opulencia en los rizos que dibujan las nubes y anularé el oprobio de lo incierto que da el abrojo. Y en el escollo de las últimas aguas negras, abriré un lago con los ojos de la conciencia. Y allí, escondida entre el jaral y viento eterno, hallaré dormida la esencia que untará tu cuerpo con el dominio de mis manos, y la suavidad permanente de un solo beso.


*Rocío Pérez Crespo*



martes, 4 de noviembre de 2014

MARIPOSAS VERDES...




Háblame del amor –me dice entre dientes- Oculta una sonrisa y entorna los ojos.
Los mil años de soledad se dulcifican y un camino se dibuja al fondo. Pasos de guerrero, va buscando entre los recuerdos las mariposas verdes que un día bailaron entre sus manos.
Háblame del amor –me dice entre dientes- fija los ojos en las hojas secas del otoño, en la resina que escupe el tronco, en los cantos desquiciados de las raíces y, después de un rato, esa mirada se posa en mi rostro…
Háblame del amor –me dice entre dientes.

Estoy tan vacía que no me sale ni una sola palabra. No formo, no hilvano, no imagino… no siento. A no ser  el frío congelando las vértebras.
Así, en esas circunstancias tan adversas, la vida solo late a ratos en estas venas obtusas. La memoria acoge solo aquello que hace daño, o más bien diría, que lo que me hace daño es aquello que no  comprendo. Y,  desdeña, de manera casi bochornosa, lo que me hace sonreír o, por lo menos, me  oferta esa especie de paz donde me siento como pez en el agua. Ni calvo ni con dos pelucas. Termino medio y aceptable.
 Debe de ser que la capacidad de intentar aportar luz a esta oscuridad absoluta, es más fuerte que mandarlo todo a la mierda sin importarme nada ni nadie.
Que a una la truequen por un juego de estrategia a plano de calle;  sin más explicaciones que un: es complicado “Anita”.  Te deja como poco fuera de lugar.
No tengo palabras para hablar del amor, ni tan siquiera me queda el residuo de esa sensación.
Amor, amor, amor….¿qué coño es el amor?
Estoy cansada de inventar, de ejercer como primera persona en un sueño que no deja de ser eso, un maldito sueño.
¿Sabes?
Todos cerramos los ojos, y en las noches más negras inventamos historias de amor. De ese amor de fantasía donde todas tus expectativas y carencias, quedan compensadas. Colmadas. Manos que dibujan tu cuerpo, sentimientos que callan la boca con besos de miel, donde te enamoras de la curva más bella del  mundo. Saber que eres amada, amado,  que estás, que está. Que somos, que es, que soy.
Tu nombre, su nombre…un nombre.
Pero llega la madrugada y todo se disipa. La realidad arranca las ganas dejando el corazón hecho papilla y, las sensaciones al borde del colapso. Y entonces todo se llena de mala sangre. La cabeza va por libre, ajena por completo a la sensación de plenitud que has sentido mientras los ojos han permanecido cerrados. Y entonces, el deseo es de muerte. Piensas y piensas: ojala se parta la cabeza contra un pilón el tío payaso y, se coma su juego con patatas podridas. Todo lo que sea para desechar de ti el dolor.
No…
Háblame del amor, me dices…y no soy capaz de formar una historia para ti. Ya no. Para hacer lo que me pides tengo que tener las mariposas verdes bailando en mis manos y mira, están vacías.  Pero si puedo hacer por ti una cosa, la última.
Me mira y siento que una libélula vuela por sus ojos. El otoño, naranja y rojo se ha concentrado en sus mejillas. Las hojas dispersas por el suelo se han concentrado encima de la mesa.  El guerrero, más fiero que nunca remonta. Vuelve a sonreír, esta vez sin melancolía. Asiente dando paso a mi ofrecimiento.
Quiero que me hables del amor –le digo entre dientes.


*Rocío Pérez Crespo*






jueves, 23 de octubre de 2014

MI OPCIÓN...




Ahora toca romper el espejo,
retirar los cristales aunque sangren las manos.
Y de paso, abrir las ventanas de este desván
para que el aire se recicle y elimine cualquier
partícula de ese tiempo pasado.

Ahora toca mirar el futuro sin reglas,
Sin importarme de que color pinta el cielo.
Si llueve o si nieva, sin hay un sol profano o
una luna siniestra…

Porque hoy soy yo la que vale,
la que piensa, la que hace. La que mueve
las caderas, la que escupe al fariseo,
la que entiende la mentira, y enarbola las verdades.

Y todo eso con un par de lecciones.

Una la impartieron mil almas histéricas de condiciones sobrantes.
Que por un lado apuñalan sin piedad y por el otro recogen la sangre,
Tanto tienes tanto vales…

Y la otra, la otra me la diste tú, vibrante vida.
Hasta hacerme comprender que al hipócrita le
gusta la hipocresía, como al imbécil los idiotas renovables.
Amigo de todos, amigo de nadie…




*Rocío Pérez Crespo*



jueves, 18 de septiembre de 2014

MIOS...




Sigo los pasos que me marcaron
aquellos que besaron mi alma sin apenas darme cuenta.
Creí que en sus pieles anidaba la inmortalidad, como la
inmortalidad vive en el tiempo.
Hoy, con el último cigarrillo que me sabe a veneno
solo me queda la mirada anclada en el recuerdo desde
el cual, rescato los ojos puros, las palabras justas y,
una postal en sepia con mi nombre en el reverso.
Las venas golpeando y, a la par, el camino blanco que se abre
paso a paso en mi conciencia con los olores gratos
de la infancia que todavía permanecen vivos pegados al pecho.


*Rocío Pérez Crespo*


sábado, 2 de agosto de 2014

PARA TI...


No sé quien eres, pero cuanto entro al blog y miro las estadísticas del contador, sé que entras sin hacer ruido desde hace ya mucho tiempo.
Te quiero dar las gracias por no abandonarme, por no dejarme perdida entre mis letras...para ti, que entras desde Madrid y  me haces compañía en este humilde Silencio, te quiero regalar un beso enorme, un abrazo de oso y mi flor preferida. Todo envuelto con una monumental gratitud.


*Rocío Pérez Crespo*

ÁNGEL O DEMONIO...




No consientas que el corazón invierta el sentimiento.
Valora la lealtad...
No permitas que el amor se torne irremediablemente en lo opuesto.

*Rocío Pérez Crespo*

lunes, 23 de junio de 2014

Y DICE ASÍ...


Amor se llama el juego
 en el que un par de ciegos
 juegan a hacerse daño
y cada vez peor
y cada vez más rotos
y cada vez más tú
y cada vez más yo
sin rastro de nosotros.

Joaquin Sabina

VERSOS HUECOS...





Ya no llora el poeta tinta y furia, 
ya no rompe el papel con las tripas vacías.
Ahora...
Solo tiñe un espacio con  abigarrados garabatos
  de egos henchidos y alabanzas vanas.

*Rocío Pérez Crespo*

domingo, 22 de junio de 2014

UNA FRASE PRECIOSA...


Si un solo hombre puede demostrar tanto odio, imagínate cuánto amor podemos demostrar todos juntos.

Rescatada del libro La mirada de los ángeles. 

viernes, 6 de junio de 2014

ENTRE LAS PÁGINAS DE UN LIBRO…






Te esperé sentada en la orilla de un río helado, blanco horizonte, blancas nubes velando a un sol de plata.
Te esperé con mil historias hilvanadas  a la bastilla de mi falda, a los rizos dorados de los destellos. A la costumbre, al hambre, a la sed del alma.  
Y entre tanto, vi caer el fuego en las calles. El fruto maduro de las ramas desaparecer en la tierra muerta infecta de babas de larva. Abrirse y cerrarse ventanas con manos temblorosas y temores en la mirada. Las puertas se pintaron de amarillo, el color infame de la cobardía y, las pisadas vestidas de cuero; negar la libertad a golpes de zancada.
Todos miraban el grito rojo y negro, que como un espectro en cualquier pesadilla, crecía día a día hasta secar la música que el viento hace vibrar en la esperanza. Se atragantaron de carne ulcerada, se calentaron con hogueras de piernas y brazos, de ojos sin vista. De trenes cargados de vida, de chimeneas escupiendo oraciones, de milagros que no se cumplirían.
Entre tanta realidad: te esperaba…Sentada en la orilla de un río helado, sin darme cuenta, que yo, también me helaba.



*Rocío Pérez Crespo*

miércoles, 4 de junio de 2014

UN HECHO...


Algunos años atrás, tal día como hoy (4 de junio) yo fui feliz. Lo fui...
Hoy, con el tiempo acumulado en los huesos y, muchas decepciones, puedo afirmar con rotundidad que he hecho las paces con Dios.
Feliz día para todos (aunque sea miércoles).

*Rocío Pérez Crespo*

martes, 3 de junio de 2014

UN PENSAMIENTO....



La soledad es solo el camino para conocerme. La multitud: la vía para conocerte a ti. 


*Rocío Pérez Crespo*

martes, 1 de abril de 2014

RENACER...





Presiento la prisa de dos corazones que sanan su herida con un beso secreto, perdiéndose locos con el viento, trazando horizontes olvidados en las líneas difusas de sus cuerpos.
Se me pega la ilusión en las venas formando círculos vehementes, que chocan y revientan como globos de agua  lloviendo frescura.
Me  llueves, amor ¡cómo me llueves!…
Y puede que me catapulte contra tu pecho, en un sanguíneo estallido de deseo, que me escape por la ranura del espejo y caiga a tus pies llenos de flores.
O que al  despuntar la mañana, entre las blancas corolas de mi lecho, seas tú  el que pierda el norte para despertar insaciable sobre mis senos.
Sea como fuere quiero seguir  sintiendo, amor, tu lluvia empapando mi pelo…



*Rocío Pérez Crespo*

jueves, 6 de marzo de 2014

EL MINUTO QUE PERDÍ...





Para Marisa.


Para qué rescatas mi alma de la herrumbre y el desasosiego. Para qué tantas palabras, para qué tanto esfuerzo.
Déjame guardada como el vestido de novia o, el último pétalo de la blanca rosa que adornó mi pecho; entre papel de seda y un grato recuerdo. No alteres el paso del tiempo, ni le des cuerda al reloj que se quedó parado en el minuto cero.
No cambies nada, que reine el silencio…
Que la sonrisa permanezca yerta, que los ojos no adviertan el pecado. Que todo sea inútil como un poema inacabado.
No rescates mi alma de aquella primavera abolida por el atronador rayo, que penetró en la tierra, y quemó la raíz que abastecía de vida mis venas y tu conciencia.
No hay cerezos, amor, no queda trigo dorado,  ni atardeceres templados cristalizando el sueño.
Déjame descansar entre tu abandono y mi olvido… Y así, abonico, encuentre el camino de vuelta a mi pasado.



*Rocío Pérez Crespo*

domingo, 23 de febrero de 2014

YA NO ESTARÉ...




Cuando dejes el camino y te des la vuelta, o quizá cuando recuerdes mis pies, será entonces el momento justo de equilibrar la balanza.
Cuando tus pasos desanden lo andado y te dejen en los tres segundos que perdí, en los minúsculos granos de arena que te llevaron a un mundo perdido; puede que sea la oportunidad de mirar el tiempo suspendido entre las ramas de un olmo solitario.
Posiblemente en la cadencia del viento del norte, el que acuna el trigo en su alborada, percibas en tus yemas la meliflua sensación de una vieja caricia que te supo a cielo y a agua en una tarde de verano callada.
Si sientes como la roca de tu pecho se torna algodón, y la nube de tormenta que permanece insolente sobre tu cabeza, vaporosa y translucida; busca entre los años acumulados de tus poros, el único instante que te mereció la pena…y será entonces cuando pronuncies mi nombre con el ímpetu del primer llanto y el miedo latente de creer que no volverás a respirar.
Cuando vuelvas a mí…


*Rocío Pérez Crespo*



domingo, 16 de febrero de 2014

ALBORADA...




Trina un pájaro en la ventana, 
tan azul el cielo
tan pálidas las sábanas. 
Y en la calle un perro ladra, 
tan gris el cielo 
tan negras las sábanas.


*Rocío Pérez Crespo*

miércoles, 22 de enero de 2014

AL ABRIGO DE LA REALIDAD…AUSENCIA.




Pero…
Aprendo a usar los huesos como cimbreantes masas, volcando onzas de voluntad sobre una piel que ya no demuestra firmeza…
Deslizo los sentimientos hasta la zona abisal, como si no importase el estallido en las tripas de un hambre que no encuentra sustento para abastecerse. Callo y miro al frente, intentando ser la mancha de color en las alas de una mariposa que yerra hacia ninguna parte.
Por las noches, vómito toneladas de recuerdos para vaciar los sesos de espesuras y, así, notar el liviano estremecimiento de una corriente de aire frío que se cuela por los orificios descosidos de este cuerpo que ya no duele.
Porque no quedo más que yo en esta realidad de ausencia, pronuncio palabras llenas que no escucha absolutamente nadie…



*Rocío Pérez Crespo*