Y me miré en el
espejo y no vi nada.
y mi alma cambió del
blanco al malva.
Se rompió el corazón
de la hada,
se murió por completo
la luz del alba.
Supliqué con las
fuerzas que me quedaban
invoqué a todos los santos con sus alas,
nadie escuchó, ni en
el cielo ni el suelo, una palabra.
y la rosa blanca
quedó totalmente muerta y helada.
Asimilé la despedida
con la cara levantada
puse mi mejor sonrisa
y acepté lo que se me brindaba,
más por dentro era
toda larva y mierda blanda.
Siempre te he amado aún
cuando no conocía tu mirada.
Añoro tus besos, tu
voz, tu templanza
el amor que me decías
que sentías, tu mejor cara.
Me estoy muriendo
cada día de desesperanza,
es un dolor agotador
que revienta con escara.
Me siento en un
abismo de lava y fuego
y, por más que mire no encuentro el momento,
saltar y atravesar el
sufrimiento con mi ego
o dejar que esta pasa
seca muera por completo.
Amarte más no he
podido porque te amo con el alma
Y cuando se ama de
esa manera todo engaño escama.
Secaré mis lágrimas y
caminaré sola como un fantasma.
Pero cada noche, volaré hasta tu cama
Besaré tu frente,
acariciaré tu cara y dejaré en tu lecho mi llama.
*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos Reservados*
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