Yo no te dije que vinieras, ni
que te fueras. Mi casa tiene las puertas abiertas…entra el aire todas las
mañanas y, la luna brillante bailando en minifalda.
No hipotequé tu vida, ni tu
razón, ni siquiera el momento de ternura, aquellos besos dados sin premura, con
los brazos sosteniendo una religión.
No fui tu tejado, ni tu ventana,
ni la rosa fresca que trae entre esperanzas, los albores frescos de tus
estancias. No comí en tu mesa, ni dormí sobre tu almohada, ni supe nunca como
respirabas a llegar el sueño en una noche agitada.
Yo, únicamente te quise,
desinteresadamente. Sin buscar entre equilibrios y balanzas, tal cuál me fue concedido, limpiamente, aunque
doliese el alma.
No te busqué, como tampoco busco
la senda que me lleve a dejar de amarte.
*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos reservados*
muy, pero muy bonito
ResponderEliminarsaludos
Mil gracias Omar...besos.
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