viernes, 11 de mayo de 2012

TE DIBUJARÉ CON MIS DEDOS, PARA RECORDARTE SIEMPRE…




Te he esperado…

En los atardeceres anaranjados de mi tierra, cuando el cielo se hacia dueño del horizonte y dejaba un aroma intenso a romero. Sentada en los tejados, iba anotando en mi libreta tu lindeza y mi agonía, entre lejanas sales marinas y vientos de oeste cercanos.

Te seguí  aguardado…

En las lluvias que desprenden las hojas de esos rojos otoños, puntas de estaño que cubrían mis ganas con melancolías, haciendo regueros de tinta y poesía, paseándose holgadamente, entre sueños de esperanzas y realidades de mentiras.

Siempre mirando al sur…

Llegaron las nubes tapizando mi techo, calladas y solidarias vistieron mi pelo, y un minuto silente y eterno rompió en mil pedazos el viejo diario y el ramo de sueños. Entre surcos tatuados por el tiempo, solo dejó la semilla del recuerdo.


Y aquella  primavera…

Regresó para hacer brotar aquél grano que se quedó rezagado entre estados y momentos. Igual que los ababoles, el pigmento volvió a mis mejillas y el castaño a mi cabello. Pegué cada fragmento de lámina y rescaté  entre los escombros el vetusto tintero, para dibujarte con mis dedos y  vagar por tus adentros con la fuerza de los remolinos que traen los vientos hechiceros.

Por fin te encuentro, eres tú.



* Rocío Pérez Crespo*
*Derechos reservados*




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