Se acumula la sangre con la
espesura de las babas, entre remiendos y zurcidos que no soportan los envites
del tiempo.
Tú, alegre fantasma, que te paseas
por mi vientre con la llaga latente de la remembranza. Apostillando en cada
entrega esa esperanza, que se viste de
verde por arriba y de bruno intenso por sus faldas.
Cuando el color muerde la tierra
y se transforma en silentes muestras, mis ojos se clavan en las ventanas intentando
encontrar en esa nada, una señal que me permita coser mi manta para ocultarle
al mundo el intenso frío que soportan mis entrañas.
Las estaciones van pasado ante
mis ojos como los neones de un burdel, tan estridentes, tan prosaicos, que es difícil
apartar la vista y fingir que no existen. O convencer a mis sesos, que el ígneo
parpadeante y embustero, es un hermoso rosa pastel que no daña, ni acumula
desden.
Trago una saliva espesa que sabe
a mierda por defecto y, al caer en las tripas se expande infectándolo todo de
un tósigo activo que cubre y corrompe hasta lo más sagrado. No vale escupir, ni
tan siquiera vomitar…
Los días van pasando y, yo me voy
muriendo un poco más, sin encontrar razón alguna para no poner resistencias…
*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos reservados*
resistes, a pesar de todo,
ResponderEliminara pesar del hastío
saludos
A pesar de los pesares, siempre adelante...mil gracias Omar, besos.
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