Ahí sigo. Suspendida en una
cuerda floja, sin asideros, sin red de seguridad. Esperando la más nimia brisa
para estrellarme sin remedio contra el suelo.
Ahí me tienes. Con una mochila
cargada de paridad pero sin reconocer mis pies. Vulnerable…
Tonta, estúpida, llena hasta las
trancas de contrariedades que llegan en formas hermosas, empujándome sin
remedio al doloso vacío. Tragándome, hasta casi reventar el estómago, la dosis diaria de angustia y
penuria.
Las ganas de gritar. Lo impío que
me rodea. Lo abigarrado que oteo. Lo adusto de tus sentimientos y, un
mistral que recorre mis sesos hasta dejarme medio muerta.
Sé que no soy yo. No me ves,
nunca me has visto. La niña fea del cuento, no ha cambiado su aspecto. Ni los
años han conseguido hacerla cisne y, la historia termina.
Me rompo, joder…me rompo. Me
estoy descosiendo.
*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos reservados*
No hay comentarios:
Publicar un comentario