Caótico es el suelo que piso, pétrea la mirada, congelados los corazones.
Me enfundo en corazas viejas y amalgamo las grietas con trozos de sueños y estados de voluntad.
No hay ornatos, ni relojes de tiempos, todo es agreste…queda un movimiento telúrico que me empuja a avanzar. Es escaso, pero con la suficiente inercia para no dejarme parada.
Empiezo a entender que en la etimología de mi propia vida todo me fue dado, tanto lo hilarante como lo oneroso…y que sólo depende de un factor, desnudarme ante el mundo en un bolero estúpido y avaricioso de posibilidades.
Por lo tanto, entiendo, que admitir que todo está perdido, no es fracaso, es el primer peldaño para volver a comenzar…
*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos Reservados*
No hay comentarios:
Publicar un comentario