En el recuerdo van quedando las
sombras de aquellas fragancias, el sabor del chocolate…una merienda con las
rodilleras rotas. Las canicas, los patines y aquella comba, un puñado de
chicles de fresa y la capacidad para oler las rosas.
La aventura puesta en bandeja…lo
posible, lo imposible y también lo irreal.
Dormitar en las puntas de una
estrella, los pies colgando sobre una nube dispuesta, sueños en las yemas de
los dedos…caminos, caminos…veredas.
Un verde esplendoroso adornando un
cielo de cristal.
Hoy no queda fondo, si acaso,
alguna forma que viene revestida de una trasnochada ilusión.
Ante lo imposible, lo
posible…vaya error.
Ante lo posible, la eterna
duda…una contradicción.
Ante lo irreal, la realidad…esa
responsabilidad.
Avanzo, trueco, reviento, me doy
la vuelta…no te encuentro. Ya no estás.
Al pasar por esa puerta imaginaria, mis
trinos se convierten en pisadas, para alejarme, para no regresar jamás…
*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos reservados*
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