Libertad en tus alas para atravesar los mundos,
extrañas nostalgias al verte partir
abaten mi razón en la desazón del no encuentro.
No volverás, no esperaré…moriremos.
Lo intenté, lo sabes…
El abandono se hizo latente cuando perdió su color,
tus pasos no dejaron huella, y
mi pies se agotaron en los caminos del amor.
Ahora, cuando cae la tarde,
te busco y no te encuentro, si acaso
el batir de esas dos alas que se anclan en mi recuerdo
trayendo aromas de melancolía.
Si alguna vez te acuerdas,
grita mi nombre al viento, pero hazlo fuerte,
con potencia, para que me llegue el eco
y, reconozca entre todos los silencios, el más perfecto.
*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos reservados*
muy bonito poema
ResponderEliminarsaludos
Gracias, Omar...besos.
ResponderEliminar