Elevadas al cielo caen en saco roto mis plegarias, ni amor ni razón se siente cuando el corazón brama. Ni mayor ni menor medida que la justa y necesaria, para comprender al fin de mis días que nunca fui amada.
Las pistas que me fueron dadas las oculté con mi amor infinito, pero subyugada en el olvido es precisa mi templanza.
Reconocer como es debido mi fracaso y mi renuncio, ante esta copa de vino brindo por ti, querido amigo.
Sacaré de mis entrañas toda la angustia y vomitaré sobre mi sangre esta existencia adormilada. Ni esperanzas, ni dominios. Ni cupidos, ni claveles, solo la lucha interna de sacar fuera lo que duele. Y clavar como es debido la lanza en la tierra, para matar esa simiente que engaña y muerde. Liberar toda la rabia, arrancar el asco de mi mente, dejar que el corazón se refrigere.
Y que grite que sigo viva...que queme mis tripas y las reviente, que desgarre la piel y parta los huesos en polvos grises, en cielo marengos; pero ni una sola lágrima que me haga recordar que un día sentí que mi vida se hundía para siempre.
*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos reservados*
Hoy toca rescatar del pasado...me ha dado por ahí, en realidad no sé si las tengo en este blog. De todas formas me apetecía recordar.
Hoy toca rescatar del pasado...me ha dado por ahí, en realidad no sé si las tengo en este blog. De todas formas me apetecía recordar.
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