Porque mi libertad eres tu, mis
alas y mi pensamiento, mi infinita paz y mi sosiego.
Mi savia, mi cruz y mi plañido, mis atormentados momentos.
Entre adicción y
substracción los tiempos vividos.
Siempre avanzando en un camino de rosas y fragancias que enardecen lo empíreo.
Más de vez en cuando pisas en falso y todo se torna basto y desabrido, es como
si nos alejásemos, sin habernos ido.
Siempre en mí y conmigo, para
darme la manumisión que necesito y volar con ella en busca de tu aliento que es
oxígeno, sin ti no vivo.
Rodéame de nuevo con tus brazos y
déjame descansar en tu pecho, que sienta
como se mueve dentro lo que baña de sangre tus sesos.
Acerca tu boca a la mía, no me
des tregua que si siento espacio me desvanezco en una ola de humo y miedo.
Necesito tu fuerza, tus caricias,
tus momentos y, también tus malos
recuerdos. De todo ello estas formado tu que eres céfiro.
Equilibrio azul, observador en el tiempo. Que me miraste
sin verme y me viste sin conocerme.
Ahora ya soy un retrato, me has
pintado con tus manos. Me has teñido con tus colores, el añil más sorprendente
sobre el rojo encarnado. Mágica transformación ante un pigmento tan soberbio
que lo apagas y lo enciendes con tan solo un beso.
Brujo de ojos morenos, de
ardiente caminar, que has moldeado mi alma y la has hecho planear. Dame el
barniz que me falta, haz que brille
mucho más. Que a tu lado siempre es vida... todo lo que con vida se da.
*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos reservados*
Y sigo rescatando del pasado....
Y sigo rescatando del pasado....
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