Vanos hilos me sujetan porque no
se ven ante tus ojos. Descuadrada silueta donde no se refleja la autenticidad
de mi nombre.
Opulencia de risas frescas en una
dualidad ávida por esconder la tristeza que me recome; al comprender que no soy
yo la que marca, ni el todo ni el nada del mundo que me compone.
Escondido queda el recuerdo de
ser diferente al resto, ahora que me doy cuenta, me han pintado con los colores
sobrantes. Un vestido rojo, unos zapatos
mugrosos…los sueños enjaulados y la razón: en un oneroso esfuerzo por liberarse
de la pugna salvaje de lo que siento y lo que soy.
El espanto que vomita por
evadirse un instante de la realidad donde habito, en este cajón que me cobija,
donde he dejado media vida; se enredan los hilos que no captas pero que están
clavados a mi cuerpo como espinas.
Sencillamente vivo, porque
alguien bautizó con ese apelativo al hecho de hacerlo…
*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos reservados*
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