Mi alma no llora en tus lágrimas,
Ella se esconde en lo profundo de mí ser,
Están mis mejillas ardientes
Rojos impulsos de corazón dolido
Alma inquieta la mía
Fiel prestada a tus sentidos,
Te pertenece entera y sin permisos
Caricias de mi amor por ti…
Razón del ser supremo
Tierno alimento humano,
Llorando están mis adentros
Huérfanos de tu sentir
No existe el cuerpo,
La mente endiablada
Ya no me pertenece el alma
Y en mi boca… tú nombre.
*José Manuel Salinas*
D.R.
Las lágrimas tendrían que brotar, no tendríamos que dejarlas ahogarse en ellas mismas...
ResponderEliminarHermosos versos José.
Un abrazo