domingo, 15 de enero de 2012
CELOS...
Son lacónicas tus palabras, como lo eres tú. Sibilino y espeluznante, abrumador de horas inciertas.
Vanagloria de mil etapas, fustigador de un reloj sin cuerda. Espada que siega seguridades, recogedor de sobras muertas…
Eres ábside de amores, pero tan prosaico, que francamente das pena. Conviertes a todo el que se acerca, en meras marionetas de trapos rotos y cuerdas tensas.
Se para el raciocinio, entra a raudales, cómo un río desbocado, las falsas ideas que aparentas…
Rompes, tuerces…desglosas sentimientos, y enervas sufrimientos que nada tienen que ver con la realidad que albergan.
¿Y que queda?
La rima justa de tu verso: Un corazón agónico, unos ojos hirviendo y mil razones muriendo.
*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos Reservados*
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Realmente precioso tu escrito. Es tan lamentable su existencia, sentido de propiedad que confunde el tener con amar. Te felicito me ha encantado
ResponderEliminarGracias Azulplata por tu presencia en esta tarea...besos.
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