Sangre y metal jacobino, hiel en
la boca de los iracundos. Trozos escapados de los resortes de la muerte lenta.
Escapa la mirada con desidia,
ante una cara que complace con sus risas, roza el verbo enervado de las tripas,
ante tanta falta de aplomo como de justicia.
Caerán reventados los infames,
que con su razón adornan pedestales Lloverá aguas residuales sobre sus cabezas
y sus actos dominantes.
Queda una parsimoniosa esperanza,
evanescente, diáfana, latente, que es a todas luces la percha donde tender la
ropa mojada, de tantas lágrimas desperdiciadas, de tanta jaculatoria no
recibida.
No volverán las etapas
anteriores, a cubrir con sus mantos los albores de tus sustentos y a expensas
de nuevos horizontes, claudico antes mi siervo, que es más diestro y más humano.
Porque quien duerme con sueño, hermano,
suma placer a placer y despierta descansado…
*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos Reservados*
bello muy bello Rocio,quien duerme con el alma limpia y la mente mas placida descansa ,besos al alma .
ResponderEliminarEfectivamente Alma, así es...mil besos guapisima.
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