Hay silencios que matan en su propia amargura.
Y silencios claros como la luz de la luna.
Silencios que parten en cien la columna.
Y silencios que marcan como brasas encendidas.
Hay silencios apagados, de recogimiento y sentir.
Y silencios que van dejando un pasado sin medir.
Silencios que son silencios porque nada hay que decir.
Y silencios que van apagando un corazón hasta su morir.
Hay silencios de alegría, por no romper la magia de una poesía.
Y silencios de llantos calados en agonía.
Silencios que son estrellas de melancolía
Y silencios que son espadas de ironías.
Hay silencios que dejan huellas
Y silencios sordos que pasan sin mellas
Silencios de besos y miradas bellas
Y silencios de caballeros y doncellas.
Pero el peor silencio de todos es decir te quiero
Con las manos abiertas y el alma al descubierto
Y encontrar uno ojos glaucos, unos labios cerrados
Y un silencio eterno.
Y silencios claros como la luz de la luna.
Silencios que parten en cien la columna.
Y silencios que marcan como brasas encendidas.
Hay silencios apagados, de recogimiento y sentir.
Y silencios que van dejando un pasado sin medir.
Silencios que son silencios porque nada hay que decir.
Y silencios que van apagando un corazón hasta su morir.
Hay silencios de alegría, por no romper la magia de una poesía.
Y silencios de llantos calados en agonía.
Silencios que son estrellas de melancolía
Y silencios que son espadas de ironías.
Hay silencios que dejan huellas
Y silencios sordos que pasan sin mellas
Silencios de besos y miradas bellas
Y silencios de caballeros y doncellas.
Pero el peor silencio de todos es decir te quiero
Con las manos abiertas y el alma al descubierto
Y encontrar uno ojos glaucos, unos labios cerrados
Y un silencio eterno.
*Rocío Pérez Crespo*
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