Desde el amanecer a las miradas,
desde los silencios a tú silencio, desde el portal donde me visto hasta los ojos que me desnudan.
Soy la efímera bailarina que
salta con sus zapatillas en la platea, llevada al compás del ritmo por las
manos expertas.
También soy arlequín en la
fiesta…cuando mueves mis cuerdas mil cascabeles suenan, mas por encima de todo
ello, soy una mujer eterna… si apartas la vista me seguirás viendo en la
niebla.
Es donde me muevo cuando la razón
aprieta y hago formas mágicas para transformarme en lo que quieras.
Si árbol buscas, raíz encuentras
y copa verde donde acallar tus penas. Si es flor, corolas vestidas de color
encontraras en tu hacienda y si quieres calor, deja que prenda. Puedo llegar a
ser el fuego más vivo que se desprenda, la llama más roja que quema o
simplemente el candil de aceite con las que crear formas chinescas.
Soy la pluma en tus manos y el
papel de cereza… los versos, la música y todos los poemas, la luz de tu sesos y
el reflejo de tu alma…la pena, el desconsuelo y el refugio siniestro del negro…
el arco iris bailando y la sensación serena de tu canto…
Dime, muchacho… ¿sabes ya como me
llamo?
*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos Reservados*
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