QUE...

Una sonrisa se desdibuja entre la vetas del mundo, hosca  disertación que va segando por dentro. En la falta de equidad, entre lo humano, lo real y lo divino, entre lo que tocamos e intuimos contra lo que soñamos, ideamos o carecemos.

Los ojos miran distinto, tanto a la hoja que cae al abrigo de un suelo teñido, como al escaparate donde se muestran los anhelos de los desfavorecidos.

¿Qué se le puede pedir al tiempo, más que tiempo requerido?

Todo ha dejado de tener sentido…y miramos el horizonte poco convencidos, no sabemos hacía donde vamos o cual será el camino.

El hambre asola el planeta…la sed quiebra el esqueleto y la falta de entendimiento devora las entrañas como los sirulos se comen a los peces muertos.

Ya no hay orillas donde sentarse a mirar una puesta de sol, ni montañas agradecidas de verde esplendor, el sol ha apagado su brillo y esa luna que era inspiración, se muestra desolada y manchada por las injurias de esta población.

Hemos asesinado un espíritu…el espíritu de la razón, por querer llevarla siempre y arremeter contra la coherencia sin ninguna explicación.

Hoy se decide entre la vida y la muerte sin dejar esperanza para la solución natural y vamos arrancando escamas de una piel que grita de aflicción…

Negras las aguas, podridas las manzanas…todo vale si se paga. La pintura de un chalado, las tripas de fuera de un soldado, el cuerno del toro perforando a un muchacho, el casco de un deportista volando…unas letras que no valen ni para limpiarse el culo de algún político sonámbulo. La esquizofrenia solapada en inteligencia…la devoción como un sarcasmo.

¿Qué se le puede pedir al mundo, más que un mundo de antaño?

Prosperar nos ha hecho daño, porque somos una pandilla de tarados gobernando un barco varado  en unas arenas movedizas y confundiendo estopa con océano…

*Rocío Pérez Crespo*

*Derecho Reservado*