Oleo de William Adolphe Bauguereau.
Mujer de esperanza viva, amor marchito
Escarchas quemadas en vapores al viento
Falta de caricias, anhelos muertos…
Soledad en arraigado sentimiento.
Desdicha opaca de mi poesía.
Sombra sin luces de un cielo ilusorio
Apagada, oculta por los escombros
Una mirada perdida en un horizonte desierto
Con un baúl cargado de recuerdos…yermos.
Eres la prosa prohibida en mi verso suelto
Profundo de entender, sin rima, ni gracia
Agrias estrofas de un corazón herido
Abierto en lamento, magistral desprecio
De callada agonía…
El abandono cegó las ganas, rompió el tintero
Me torné espesa, sin hadas ni cuentos.
Dormí al corazón en un halo incierto…
Y la razón rescató lo poco que quedaba dentro.
Quimeras fueron las promesas
Ahora desgranándose en tiempos revueltos.
Campos grises cargados de rosas errantes
Nubes llorando en un eterno silencio…
Dejé de ser poesía hace mucho tiempo.
*José Manuel Salinas y Rocío Pérez Crespo*
*Derechos Reservados*
dejar de ser poesía para formar parte de un vergel florido de ella, es el contrasentido y la fortuna que tenéis
ResponderEliminarmuy bueno, saludos
Gracias Omar por si tiempre generosidad en tus comentarios y presencia...besos.
ResponderEliminarDejar de ser...Otoño de hojas muertas que el cielo en sus grises entierra y vela. dicen sólo dicen que el arcos iris siempre tras la tormenta llega, donde hubo poesía hoy hanrá pena, donde hay tristeza habrá alegría, sólo esta se valora, cuando se havisto muerta.
ResponderEliminarMe ha gustado lo que ese silencio no cuenta.
Saludos
Muchas gracias Azul por tus palabras...saludos.
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