lunes, 14 de noviembre de 2011

SOY TU SOMBRA...




Oculté entre las manos mi cara, muerta de vergüenza…ya no queda ningún sol que mirar, ninguna tierra que abonar, ningún camino por andar.
Vi morir la esvertia  ante incluso de nacer, las diamelas se pudrieron en sus tonos y esa rosa que tanto amé dejó caer sus pétalos sin decoro.
El polvo se tragó lo hermoso y sólo quedó un reguero de sangre cuajada cubriendo mi rostro…
Ya no quedan lágrimas, es puro miedo lo que brota de mi ánima, es rabia, furia, dolor y venganza…estoy cargada de  máculas que destrozan mis venas, las rajan como si fuesen papel de seda. Nada se escribe ya en este cuerpo, nada ha quedado en mi aliento tan solo una voz profunda que me llama por mi nombre y no quiero atender…
Sé, que la sordera más blasfema, la más profunda es aquella que nos negamos a escuchar cuando habla la conciencia y, es esa conciencia las que me grita… ¡libérate!
He muerto tantas veces y tantas he vivido que no queda cobijo para soportar la raíz  punitiva con la que fustigas tanta entrega en  una vil patraña… si le hago caso te marchas y, si la omito…no soy nada.


*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos Reservados*

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