Eres el refugio de mis soledades,
la impronta perfecta para ir comprendiendo un poco mejor hacía donde tengo que
llevar mis pensamientos. Aprender de los sinsabores, no permitirme quedarme en
el silencio. Ser fiel a los errores que acompañan, a la culpa que no engaña…no
desterrar sensaciones.
En los momentos de angustia, el
reflejo que produces, me llama…un canto a la calma, un segundo de armonía, una
tristeza que desaparece, una agonía que se alivia…
Letras que dicen mucho y no me
dicen nada, no son personales, y sin embargo, las hago mías.
Dos tapas cerradas que voy
abriendo despacio, una gafas ajustadas
que recobran vida…tú y yo, en ese secreto forjado de ilusiones, carencias,
dolores y miedos. El enfrentamiento necesario para ir conociéndome, para ir
conociéndote…para entender que siempre serás tú.
Somos palabras…
*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos Reservados*
Que bello, Rocio!!Los libros, eternos compañeros, en momentos de tranquilidad y soledad.
ResponderEliminarUn beso....
Los libros o una buena lectura tambien por este medio, que las hay muy buenas y reconfortan tambien el alma.
ResponderEliminarPero tengo que admitir, que me gusta muchismo leer y siempre encuentro en los libros un buen amigo, aliado y compañero. Mil gracias Oriana por tu amabilidad...un beso.