Hoy la escasa luz que me queda
dentro, la quiero compartir contigo. El mundo sigue girando, lo sé, pero yo
hace eones que me quedé inmóvil. Supongo que espero la promesa que
nunca llega.
Siento los suspiros como gritos
sacudiendo, desgarran por dentro, asfixian. Mi existencia es un infierno donde
nadie me puede consolar…me dejaste sola, sigo sola. Y aunque aprendí a caminar,
a respirar; siempre me queda el anhelo de encontrarte en cualquier esquina de
este tiempo abstracto que es la propia vida.
Veo la ilusión en ojos ajenos,
alegrías y fortunas…sonrío para mis adentros.
Es hermoso sentir así. Tienen la
fórmula que tú me has negado hasta ahora.
Tengo un amigo que me da
lecciones de supervivencia y aunque lo siento cercano, y sus palabras son
certeras, quizá por los años consumidos,
me faltas.
Yo soy una lágrima cargada de
dolor y miedo. Río, danzo con los sones de la música ancestral, me abrazo a los
árboles, sin embargo la mirada dice lo que siento. Eso no sé disimularlo.
Me dicen que llegarás…no los
creo.
Atesoro un corazón quemado, un
desgarro en el alma y un puñado de recuerdos…pero si me paro a pensar, creo que
esas remembranzas no son ni tan siquiera mías. Más bien momentos leídos,
visionados, sentidos en otras pieles.
Ni un solo sueño se ha cumplido
y, sigo luchando…y sigo pensando y te sigo añorando.
¿Dónde estás?
*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos Reservados*
gracias por permitir una mirada a tus pensamientos.. un saludo.
ResponderEliminarGracias Isi...un beso.
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