viernes, 23 de diciembre de 2011

PEQUEÑAS CONFESIONES…



Adoro ver caer la lluvia y el fulgor del rayo en el cielo, son  momentos serenos que me atrapan, me envuelven…me traen recuerdos.
No me gusta abrir la boca para expulsar miedos, reproches y lamentos. Me torno ridícula, imbécil, ante tu mirada de hielo.
Me gusta sentir que soy especial sin tener que recordarte lo que siento.
No me gusta la venganza, ni las devoluciones varias…me parecen mezquinas para compartirlas día a día, verdaderamente cansan.
Me gusta mirar tu cara, llenarme de gozo al acariciarla, pensar que soy tuya para cargar mi estancia.
No me gusta llenar mi vida con vestiglos, ni hacinar esperanzas con deseos…la veracidad del presente, merece un respeto.
Me gusta besar tu boca y fundirme con tu cuerpo. Ver tu sonrisa, notar tus premisas, ser parte por un instante de tu dicha…
No me gusta la mentira y mucho menos la disyuntiva que crean los vocablos cuando las retinas dicen  cosas distintas.
Me gusta dormir sobre tu pecho, sentir tu piel desnuda y contemplar tus andares bellos…despeinarte, oler tu cuello y quedarme un ratito abrazada a tu silencio
No me gustan las ausencias, ni echar de menos, soñar con futuros, llorar a tiempo completo. No me gustan mis rebotes, no soporto  por qué los tengo.
Me gusta palpar tu voz, que me hagas reír, ser feliz sin moldear el comportamiento, los cambios surgen cuando nace de un sentimiento…
No me gusta no ser yo misma en todas las fases en las que me hallo, prefiero pedir perdón a llamar a la puerta de mi propio establecimiento.
Me gusta mirarme al espejo, y aunque sea individual, notar tu reflejo pegado a mi cuerpo.
No me gusta el otoño.
Me gusta el invierno.
La nieve
Los leños
La calma
Sentirte dentro…


*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos Reservados*

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