sábado, 3 de noviembre de 2012

TIEMPOS DE ESPERANZA...






Pero...
Ahora, con los ojos muy abiertos
y el corazón enarbolado, observo:
cómo mece el viento la hoja que cae,
cómo ondula en el charco la gota de agua,
y, encuentro ternura en ello.

Será que algo está mutando,
en este núcleo que sustento.
Un nombre se repite con la suavidad del algodón,
llenando los espacios hueros, invadiendo de fe
lo agnóstico que había creado.

Quizá solo sea un sueño,
un dormitar pasajero  que relaja mis nervios,
abriendo un camino de esperanza
en el espanto de las noches negras que
huelen a muertos y a podrida hojarasca.

O a lo mejor, la alucinación de un cambio
que represento para mi, alterando los sentidos,
desempolvando la brújula que hace eones guardé
en los abisales mundos del nunca jamás, crea
el efecto óptico que le da dulzor a la vida.

Y  ese dulzor de ciruelas maduras en el paladar
del alma, consigue que despierte en las mañanas,
con tu rostro en la frente y los anhelos en la almohada,
asimilando que no quiero estar lejos, ni cerca
sólo quiero estar en tu meta.

*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos reservados*

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