jueves, 22 de noviembre de 2012

A LA DAMA DE CUENTO AZUL…






Fue como un ramo de rosas blancas irradiando luz y calma  su amor. Sin urna donde guarecer su frescor, el viento iba desgranando la flor.
En cada pétalo que caía, una musa se perdía, una ilusión se escondía…Y el tiempo, aquél que olía a besos, se estancó en un recuerdo colmado de sensación.
No quedó rastro de corolas, pero sí de una semilla guardada en el corazón, que acunó en la memoria cada rosa que él le regaló.
Un alineamiento perfecto dibujado en el cielo de una noche caliente y estrellada, abrió la ventana, dejando en el alfeizar una pequeña hada que traía en su regazo el primer pétalo abandonado de aquella pasión.
Bañadas con luz de luna, fueron regresando todas las musas…volvió la inspiración.
Él le guiñó un ojo desde las corrientes de corales y, ella le devolvió la vida desde los colores de Levante. Desde los geranios encarnados hasta los verdes limoneros la ilusión recorrió el camino que el tiempo había detenido.
Hoy, dos almas por destino, limpian con sus manos aquél jarrón vacío, recuperando el segundo exacto que fueron bendecidos por el viento tibio del “Para siempre los dos”.




Con todo mi cariño para una mujer alucinante…Encarna Recio Blanco.


*Rocío Pérez Crespo*



1 comentario:

  1. Sigue esparciendo el amor, Te lo devolverán algún día con creces.
    Sigue escribiendo con esa sutileza que dan los buenos sentimientos.
    Sigue siempre por tu camino limpio y recto.
    Y tal vez…algún día…y sin buscarlo…encuentres al amor de tu vida.
    Entonces me comprenderás amiga mía.
    Un beso

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