Hoy le pido a la luna un algo de inspiración,
las seis cuerdas de una guitarra, una clave de sol.
Quiero tallar con las corcheas el sonido de tu voz,
crear una rapsodia que solo hable de amor.
Sí, lees bien, de amor…
Pero no de un amor prosaico, si alguna vez
existió tal tipo de amor, sino de uno que araña
por dentro y revienta en estadios carentes de dolor.
Ya, ya sé que el amor duele, pero…no, esta vez, no.
El dolor cansa demasiado a la razón.
Experiencia no falta para acomodar los pies en el suelo,
para cerrar puertas y ventanas…para dejar dentro al
invierno.
Así que esta noche, volaré a tus cielos,
a los climas templados con olores eternos.
Sonará la música entre el calor de los sueños,
con tu imagen en mis retinas y la mía en tus adentros,
bailaran las estrellas mientras besamos nuestros cuerpos
y despacio, sin prisas, nos quedaremos durmiendo.
Hoy te pido a ti, tu razón…
dame ese minuto de extenuación, ese preciso
instante donde supiste que era tuya o si acaso,
aquel otro donde esperaste mi confirmación.
Dame la mirada y la confesión y yo,
con la magia de esa hechicera que nos observa
sin contemplación, compondré para tu alma
la mejor canción.
Sí, una de amor…de puro amor.
*Rocío Pérez Crespo*
*Derechos reservados*
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