Epiléptico estado imaginario
Inconsciencia no buscada, no programada
De unas sensaciones caducadas, intuición traicionera
En el denostado hilo, conductor de mí saber
Asfixiante anochecer, extravío de mi mente
Jardín verde esmeralda, ayer florecido
Flores en capullo cerrado, fragancias inexistentes
Sin alterar fluidos, de tristes aromas prescritos
Destrozada nana solitaria, original cumplidora
Mortificador acurruco, intervalos
Sin melodía, meciendo hasta dormir
A un corazón trajinado, sin magia,
Ni palpitos enamorados
Esfuerzo por despertar, de este dormir irreal
Maltratado con marcas, de contorsiones desnudas
En suspiros involuntarios, zaheridor de mis sesos
Sudor seco de mi angustia, almohada de cabeza revuelta
Fría noche aciaga, que no distingo
De febrero amargo, en almanaque bisiesto
Entrelazada pesadilla, perdida en el recuerdo
De este dormir ficticio, en el cual…
Ya ni temo, ni siento
Ya, ni me encuentro
José Manuel Salinas
D.R.
(Imagen bajada de la red)
Despierta de ese sueño irreal y te darás cuenta que ahí termino la farsa...un poema precioso, en tu estilo, rotundo, profundo, lleno de sensaciones imposibles de pasar desapercibidas...un canto al dolor, al desamor, a la sencillez de un saber estar. Unos sentimientos caducos, un sueño muerto...como siempre muy Salinas, mis besos, José.
ResponderEliminarMaravilloso relato, con tanto sentido.....BSSSS, Y PARA ROCIO TAMBIEN
ResponderEliminarPELI
A cal y canto, profundo y externo como agujas clavadas en la piel...
ResponderEliminarLa imagen es todo un episodio del poema, bello por cierto.
Un saludo desde Uruguay