Tierra abonada, mullida agradecida
Madre querida, del árbol su primor
Raíces vivas, obligado sustento
Del tronco torcido, con nudos añejos
Mimado árbol, con sudor de agricultor
Protegido de heladas, en noche traicionera
Calentado en la mañana, con benigno sol
Ramas mezcladas, espinas sin corona
Estáticas guerreras, de dormida protección
Verdes son tus hojas, señoritas del clamor
Paparajotes huertanos, fruto dulce canela
Temido por exquisito, con deje limón
Pétalos blancos rosados, de preciada flor,
Garante en fragancia, del fruto por nacer
Bautizado con aromático azahar, en perenne primavera
Baliza amarilla, de la huerta murciana, su señal
Rey de oros, de graciosa presencia
Contrastes en color, desde el verde al amarillo
Provechoso en valor, desde su suave piel
Al preciado y vitamínico acido interior
Limón de la huerta murciana
Ejemplo de un fruto completo y señor
José Manuel Salinas
D.R
(Imagen bajada de la red)
Precioso poema y una dedicatoria muy bonita, mis recuerdos para Pepe...Limoneros verdes que se vuelven de oro, senderos de rosas se ven por doquiern, naranjos que sueñas con marchas nupciales, la huerta murciana parece un eden.
ResponderEliminarComo tu poema, que es justo lo que parece...desde aquí se siente el olor de esos limoneros y el dulce paladar de un buen paparajote...ha sido una delicia leerte esta mañana de lunes, cuando la luz es francamente hermosa y mi tierra huele a primavera...Muy Salinas, mis besos José.